Este martes desde las 9.30, en Casa Rosada, se realizará una nueva reunión del gabinete nacional que marcará el debut oficial de los dos nuevos ministros del presidente Javier Milei: Alejandra Monteoliva en Seguridad y Carlos Presti en Defensa. Ambos nombramientos combinan continuidad, mensaje político y reconfiguración interna en el Ejecutivo, de cara a la segunda mitad de la gestión.
Desde el oficialismo remarcan que las designaciones no implican un cambio de dirección sino una profundización del rumbo iniciado en 2023. El comunicado presidencial subrayó que Monteoliva “ha sido una pieza fundamental de la llamada Doctrina Bullrich”, especialmente por su enfoque duro contra el narcoterrorismo y el crimen organizado. Su llegada busca reforzar la narrativa de “orden y seguridad”, uno de los pilares identitarios del gobierno libertario.
El caso de Presti, sin embargo, tiene un impacto aún mayor en términos simbólicos. Por primera vez desde el regreso de la democracia, un militar de carrera ocupará el sillón del Ministerio de Defensa. En la Casa Rosada lo interpretan como un gesto de “desdemonización” de las Fuerzas Armadas, en línea con la intención del Gobierno de reposicionarlas en el debate público y fortalecer su rol institucional. El movimiento también apunta a un electorado que valora la disciplina y la verticalidad militar.
Ambas designaciones llegan en un momento de reorganización interna dentro del Ejecutivo, que busca compactar el poder político, ordenar las líneas de mando y encarar la segunda etapa de la gestión con un gabinete más alineado a la estrategia presidencial.
Con la reunión de este martes como punto de partida, Milei pretende dar una señal de cohesión, reafirmar prioridades y mostrar que —lejos de modificar su hoja de ruta— su gobierno se encamina a doblar la apuesta en materia de seguridad, defensa e institucionalidad.
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