
Las declaraciones del empresario Lando Simonetti generaron un fuerte impacto y reavivaron un debate histórico en el deporte argentino: cómo se mide el talento cuando se trata de disciplinas tan diferentes. En una comparación que no tardó en viralizarse, el fundador de La Martina contrapuso las condiciones en las que desarrollaron su carrera Diego Maradona y Adolfito Cambiaso, inclinando la balanza a favor del máximo referente del polo mundial.
“Maradona tiene una pelota grande. Maradona juega con sus dos patas en el pasto, con una gramilla perfecta”, señaló Simonetti, para luego describir el escenario completamente distinto que enfrenta Cambiaso en cada partido de alto handicap.
Vinculado al polo desde hace décadas, el empresario explicó que las condiciones estructurales del deporte marcan una diferencia sustancial. “Adolfito juega arriba de cuatro patas de un caballo, en un pasto que tiene agujeros. Por eso muchas veces se la llevan en el aire, para que no pique y se le vaya”, detalló.
A esa complejidad se suma la velocidad del juego, que puede alcanzar los 40 o 50 kilómetros por hora, mientras el jugador debe controlar un caballo, manejar un taco de casi dos metros de largo y ejecutar golpes con una precisión milimétrica en fracciones de segundo.
Simonetti también destacó el componente estratégico y logístico del polo profesional, al remarcar que cada jugador utiliza entre cinco y seis caballos por partido, que deben ser administrados y rotados según el ritmo del encuentro. “Es una locura, una computadora tiene que ser”, afirmó, en referencia a la cantidad de decisiones que Cambiaso debe tomar en segundos, combinando coordinación, lectura de juego y control absoluto del animal.
En contraste, relativizó las condiciones del fútbol al señalar que Maradona contaba con un entorno más estable para desplegar su talento. “Maradona tiene sus piernas, el pasto, una pelota y diez jugadores que lo cubren”, expresó, aunque aclaró que su comparación no busca desmerecer la figura del astro, sino poner en valor la complejidad estructural del polo.
La postura de Simonetti no pasó desapercibida y abrió una discusión que trasciende los nombres propios. El debate pone el foco en la dificultad de comparar talentos entre deportes con exigencias, riesgos y contextos tan distintos.
Para el fundador de La Martina, el nivel de dificultad, la toma de decisiones constante y el riesgo físico inclinan la balanza a favor de Cambiaso, una opinión que promete seguir generando polémica en el deporte argentino.
Comentarios