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Ocho estrenos en el último jueves de marzo con “Calabozos y Dragones” a la cabeza

Dos películas nacionales se suman a la cartelera, una alemana, la esperada “Calabozos & Dragones”, más “Los cinco diablos”, “13 exorcismos”, “Purgatorio” y otra de “Sword Art Online” son las ocho películas que llegan este último jueves de marzo a la ciudad. Como siempre una selección de reviews para elegir que ir a ver el cine, porque el cine se ve en el cine.

“Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones”

Las proyecciones para la prensa son un buen indicio del interés que determinadas películas (o sagas, o universos) despiertan a priori en los medios. Uno ya sabe que si se trata de una producción de Marvel la función estará abarrotada; y si se trata de un film de DC la asistencia será igualmente masiva, aunque un poco menor. Me sorprendió al ingresar a las 10.57 de la mañana encontrarme con que la enorme sala 4 del Cinemark Palermo estaba prácticamente vacía (apenas una veintena de acreditados). Es probable que el tradicional juego de rol creado hace casi medio siglo no tenga muchos cultores entre las nuevas generaciones de periodistas (los veteranos somos cada vez menos en las “privadas”), pero así y todo la penosa convocatoria resultó una rareza. Y también una injusticia.

Es que Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones es una buena (por momentos muy buena) película. El film de la ascendente dupla integrada por Jonathan Goldstein y John Francis Daley quizás no tenga aspectos que la conviertan en una propuesta particularmente renovadora, pero en su acumulación, su mixtura, su apuesta por el collage y el mashup combina con muchos más aciertos que carencias elementos propios del cine de acción, de aventuras y de fantasía.

El guion firmado por los propios realizadores junto a Michael Gillio propone una mezcla entre la comedia de enredos (hay buenos gags físicos y diálogos filosos) y una épica a- la-El señor de los anilos con un imponente despliegue de efectos visuales (el presupuesto superó los 150 millones de dólares) para crear castillos, prisiones, coliseos, concebir gigantescas y exóticas criaturas, y exponer en toda su dimensión los efectos de distintos poderes mágicos. Y, claro, regalar múltiples referencias y guiños para los fans de D&D.

Chris Pine interpreta a Edgin Darvis, integrante de una suerte de logia secreta, que es parte espía, parte estafador, parte ladrón, parte héroe, parte antihéroe. Desde la escena inicial lo encontramos en una cárcel de máxima seguridad junto a Holga (Michelle Rodriguez), una ruda guerrera de pocas pulgas pero en el fondo de buen corazón. A Darvis le han asesinado a su esposa, mientras que su hija Kira (Chloe Coleman) termina siendo cooptada por Forge Fitzwilliam (un Hugh Grant que evidentemente ha disfrutado en cada plano de ser el villano de turno) y la poderosa y despiadada maga roja Sofina (Daisy Head).

Lo que Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones narra, en definitiva, es el camino de los héroes (aunque ellos sean imperfectos y carguen con múltiples carencias): a Darvis y Holga se les sumarán Simon (Justice Smith), un inseguro y bastante patético hechicero; la druida Doric (Sophia Lillis) y ocasionalmente Xenk (Regé-Jean Page), un caballero más tradicional y formal.

Calabozos & Dragones: Honor entre ladrones es una película felizmente anómala porque logra combinar un espíritu nostálgico con una parafernalia tecnológica de última generación puesta al servicio del relato y un desenfado que contrasta con la solemnidad predominante en este tipo de tanques. Sí, por momentos las más de dos horas de relato resultan un poco derivativas y extensas, pero hay en Goldstein y Daley un espíritu lúdico y un amor genuino por los géneros que contagian y son las claves del disfrute. En todos los complejos.

“El falsificador”

Berlín, 1942. Una ciudad y una fecha que remiten inmediatamente a la Segunda Guerra Mundial, quizás el hecho histórico que más ha nutrido las usinas creativas del cine de Europa y los Estados Unidos, ya sea para recrear sus batallas como para indagar en las penurias sufridas por los civiles que vieron cómo sus vidas se transformaron para siempre.

En este último grupo se encuadra El falsificador, cuarta película de la realizadora y guionista germana Maggie Peren, en la que las bombas y las sirenas antiaéreas operan como telón de fondo, como un fuera de campo que adquiere la forma de banda sonora constante de las aventuras de su joven protagonista.

Ese muchacho se llama Cioma Schönhaus (Louis Hofmann, el Jonas de la serie de Netflix Dark) y es un judío de 21 años que trabaja en una fábrica de municiones hasta que descubre un particular talento para falsificar documentación oficial y, con ello, adoptar distintas identidades y evitar caer en manos de los nazis. Una suerte muy distinta a la que corrió su familia deportada y con sus bienes a punto de ser confiscados por la Gestapo, como demuestran las fajas de seguridad colocadas en las puertas de sus habitaciones.

Mientras la guerra recrudece en el exterior –se trata de una película filmada íntegramente en interiores– Cioma entabla una relación amorosa con Gerda (Luna Wiedler), quien opera como faro moral del relato. Lo llamativo es que él nunca parece tomar verdadera conciencia de la tragedia.

Peren lo presenta como un joven entusiasta y por momentos ingenuo, pero dispuesto a todo con tal de salvarse incluso cuando el engaño empiece a derrumbarse. La idea de que en ningún momento de los varios meses que abarca el relato se preocupe por la desaparición de su familia puede interpretarse como una característica propia de su personalidad algo ajena a su contexto, o un fallo central de un guion excesivamente parlamentado a la hora de construir un verosímil creíble. En los Cines del Centro.

“Los cinco diablos”

Tras su consagratoria ópera prima, Ava (2017), la ascendente Léa Mysius prometía la Titane de este año, aunque en verdad las mayores semejanzas son con Zombi Child, de Bertrand Bonello, con una historia sobre la bisexualidad y lo problemática racial.

Adèle Exarchopoulos es Joanne, una instructora de natación en un pueblo cercano a los Alpes que tiene una encantadora hija negra, Vicky (Sally Dramé). El matrimonio con Jimmy (Moustapha Mbengue), un bombero de origen africano, está en plena crisis y marcado por las tragedias del pasado. El protagonismo es cada mayor en el caso de la pequeña Vicky, quien es víctima de bullying pero poco a poco empieza a manifestar poderes más que inquietantes.

Así, el film gira hacia una “zona Shyamalan” con algunos momentos visuales (la fotografía de Paul Guilhaume en 35mm es prodigiosa) y dramáticos logrados y otros en los que las excesivas pretensiones de la directora terminan conspirando contra el interés y la tensión. Una pena porque a Mysius (guionista de moda gracias a sus trabajos para Jacques Audiard, Arnaud Desplechin y Claire Denis) le sobran ideas y recursos, aunque aquí el resultado termina estando por debajo de las posibilidades y expectativas. Cines del Centro.

“Un bosque en silencio”

Manuel (Iñaki Aldao) es un joven estudiante que vive con sus padres en un pueblo de la Patagonia. La música es todo para él, es su felicidad, pero también es su desahogo en momentos de tristeza. Encerrarse en su habitación a tocar el piano o sentarse debajo de un árbol para componer, lo transforman en un ser libre y por eso sueña con obtener una beca que le permita viajar a Buenos Aires y convertirse así, en un famoso compositor.

Sin embargo, su vida allí no es para nada sencilla, atormentado por algunos habitantes que lo miran de reojo por ser hijo de un padre descendiente de alemán (Carlos Kaspar) y una madre curandera (Lorena Vega) perteneciente a los pueblos originarios selknam. Teniendo que lidiar con los prejuicios y enfrentando a aquellos vecinos que despectivamente lo llaman “Indiecito”.

Por tanto, la gran complicación surge cuando el protagonista conoce a una joven del pueblo (Antonella Ferrari) y ambos enamorados comienzan a verse a escondidas, ya que los padres de ella (Víctor Laplace y Andrea Bonelli) no aceptan de ninguna manera la nueva relación de su hija.

Una hermosa película que abre el relato hacia varias direcciones, para narrar una historia de amor, a la vez que pone el foco en los prejuicios y enfrentamientos entre familias. Sin dejar de lado a quienes usurpan tierras ajenas y a aquellos que defienden sus orígenes.

Mediante una maravillosa fotografías que regala panorámicas impresionantes de la naturaleza patagónica, enfocadas siempre con un sentido, enmarcando momentos donde cuestiones invisibles como la música y el amor se tornan sentimiento y emoción. En Hoyts y Cinépolis.

“0+”

“0+” cuenta una historia ubicada la década de 1990, cuando se creía que padecer de una enfermedad de transmisión sexual era una sentencia de muerte. En ese contexto, dos dominicanos prósperos y residentes en Buenos Aires, Argentina, viven las consecuencias del rechazo, prejuicio e ignorancia luego de ser diagnosticados con un virus con muy poca información y escasos tratamientos. Volver a sus a raíces podría representar más allá de la sanidad, un nuevo comienzo. En Cinépolis.

“13 exorcismos”

Desde España llega a las salas rosarinas la película de terror 13 Exorcismos, en la que una joven comienza a comportarse de manera extraña tras una sesión de espiritismo. Alarmados por el siniestro comportamiento de su hija y convencidos de que el demonio la ha poseído, sus padres acuden al Padre Olmedo, uno de los 15 exorcistas autorizados por el Vaticano para intervenir en casos de posesiones demoníacas. A partir de ahí una serie de fenómenos extraños comenzarán a envolver a los protagonistas de la historia. El film cuenta con la dirección de Jacobo Martínez y con las actuaciones de José Sacristán, Ruth Díaz y María Romanillos. En todos los complejos.

“Purgatorio”

 ¿Qué ocurre cuando dejamos este mundo? Desde la noche de los tiempos, la gente se ha preguntado qué le espera después de la muerte. Y aunque nadie ha sido capaz de desvelar este secreto, algunas personas a lo largo de los tiempos parecen haber descubierto más – como Santa Faustina Kowalska, San Padre Pío o Stanislas Papczyński. Basándose en los testimonios de varios místicos, así como en los análisis de teólogos y eminentes científicos, PURGATORIO Entre el cielo y la tierra arroja nueva luz sobre lo que está demostrando ser uno de los mayores misterios de la fe: la vida después de la muerte. En el Hoyts.

 “Sword Art Online”

Sword Art Online Progressive es una nueva versión de las novelas ligeras escritas por Kawahara, las cuales ofrecen un vistazo más profundo a donde todo comenzó, en el primer piso de Aincrad. Por su parte Scherzo of The Deep Night continúa la reinvención de esta historia como secuela directa de Sword Art Online: Progressive Aria of a Starless Night (2021). El primer VRMMORPG del mundo, Sword Art Online, se convirtió en un juego mortal. Ya pasó un mes desde que 10.000 usuarios quedaron atrapados dentro del juego. Asuna, que superó el primer piso del castillo fortaleza flotante de Aincrad, se unió a Kirito y continuó su viaje para alcanzar el último nivel. Con el apoyo de la traficante de información Argo iban superando pisos poco a poco sin problemas, pero…

De repente estalla un conflicto entre dos grandes gremios que deberían colaborar: el grupo de jugadores de élite ALS (Aincrad Liberation Squad) y DKB (Dragon Knights Brigade). Mientras tanto, tras bambalinas hay una misteriosa figura moviendo los hilos…

Entre toda esta batalla mortal, hay cierto ataque distinto al de la amenaza general e involucra a Asuna y a Kirito. En todos los complejos.

Fuente: Otros Cines, Diego Batlle, CineArgentinoHoy, Página 12.

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