Hernán Lepíscopo, médico veterinario, analizó la situación de las palomas en Rosario después de que el Municipio declarara la plaga y buscara implementar un control poblacional. El experto explicó por qué es tan difícil ganarles la carrera a las torcazas y otras especies como las cotorras.
“Es un problema porque es un bicho que tiene una gran capacidad de reproducirse con una tasa muy rápida, una gran reproducción, y encuentra en la ciudad recursos muy fáciles de alimento y la posibilidad de reproducirse, entonces te gana la carrera”, sostuvo Lepíscopo.
Anticonceptivos, gavilanes y la multiplicación en primavera
El veterinario recordó que las autoridades intentaron métodos de control, pero nada alcanza:
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Anticonceptivos: La Municipalidad probó con hormonas que vuelven más frágil al huevo para bajar la reproducción.
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Aves de Presa: También hicieron “suelta de gavilanes recientemente”, pero evidentemente el control no fue suficiente.
Lepíscopo señaló que, además de la paloma, otras especies como las cotorras también generan problemas. Además, confirmó que en primavera, época propicia para la reproducción, se nota mucho más el crecimiento poblacional.
El experto mencionó que el problema no es solo local, ya que en Europa las palomas corroen monumentos históricos con sus heces. Sobre la costumbre de darle migas de pan, aclaró: “No va a cambiar la ecuación”, ya que las palomas encuentran alimento fácil en toda la ciudad.
El control poblacional “baja un poco”, pero el veterinario advirtió que no se puede “tapar el sol con la mano”. Las palomas y cotorras encuentran condiciones ecológicas en la ciudad para comer y reproducirse, e incluso desplazan a especies autóctonas al competir por el espacio.

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