
Miguel (42) y Ariel Arce (22), padre e hijo, fueron condenados este viernes a prisión perpetua tras ser señalados como autores del crimen de Rubén Guzmán, que intentó resistirse al robo de su camioneta cuando fue atacado el domingo el 12 de febrero de 2023, por la tarde, en José Ingenieros al 1900 en el barrio de Arroyito. El hecho duró poco más de un minuto y quedó registrado por las cámaras de video de la cuadra; además de la víctima fatal resultó herida su mujer. Ambos venían en su camioneta de hacer unas compras y al bajar fueron abordados por los delincuentes, uno de los cuales iba en silla de ruedas y simulaba ser discapacitado, pero apenas producido el asalto salió caminando. La acusación corrió por cuenta del fiscal Alejandro Ferlazzo y el tribunal estuvo integrado por por los jueces Nicolás Foppiani, Gonzalo López Quintana y Silvana Lamas.
Durante el juicio -que había empezado hace diez días en el Centro de Justicia Penal- habló la mujer de Rubén, también herida durante el hecho y principal testigo de la causa. “Fue un robo en el que se mató para poder concretarlo. En la escena hubo un primer momento en el que se da una lucha entre uno de los acusados, el padre, con Guzmán que intentaba defender a su familia del asalto. Después, una segunda secuencia en la que logra acomodar el arma, vuelve y se dirige directamente a dispararles a sus víctimas, para enseguida llevarse la camioneta”, señaló el fiscal Ferlazzo.
A la hora en la que se produjo el crimen jugaba Rosario Central a pocas cuadras, por lo que en el barrio había muy poca gente circulando. En la imagen del video que ya se había exhibido como evidencia en la audiencia imputativa en 2023 y que se reprodujo nuevamente en el juicio, se puede ver con claridad cómo se produce el asesinato y la tentativa de homicidio, con una pistola 9 milímetros. La camioneta que le robaron a Rubén y su mujer iba a ser encontrada después en Labardén al 5600, en barrio Los Pumitas.
El fiscal también acusó a Ariel Arce por haber intentado robarle a una mujer en septiembre de 2020 en la zona norte de Rosario y por un caso de resistencia a la autoridad de enero de 2023 en el cruce de Sorrento y Antequera. A su vez su padre Miguel Arce, quien dispara en la escena criminal, tenía una condena previa de mayo de 2018 por robo con uso de arma de fuego y otros antecedentes penales. Ese día del robo y homicidio estaba con salida transitoria, cumpliendo una pena de 8 años y 8 meses de prisión: un rato después de matar a Rubén, regresó a la cárcel por sus propios medios.
Rubén Guzmán tenía 58 años, era músico de tango y murió por el disparo que recibió en el pecho unos dos meses después del asalto, tras haber estado en el HECA todo ese tiempo peleando por su vida. Su mujer , de 55 años y bailarina, permaneció internada hasta poder recuperarse de las heridas. A ella le habían disparado en una de las rodillas.
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