En una de las victorias más impactantes en la historia de la NFL, los Philadelphia Eagles aplastaron el domingo por 40-22 a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl, evitando que los de Patrick Mahomes consiguieran un tercer título consecutivo, una hazaña jamás lograda en la liga. Desde el inicio, los Eagles impusieron su dominio y no dieron margen para sorpresas.
Mahomes, que aspiraba a igualar las cuatro coronas de Joe Montana, tuvo una de sus actuaciones más erráticas frente a la férrea defensa de los Eagles. El equipo de Filadelfia se tomó revancha de la final perdida en 2023 y dejó sin respuestas a los Chiefs, que llegaron a estar 0-34 en el marcador. La caída representa un duro golpe para la dinastía que lideran Mahomes y Travis Kelce, quien una vez más contó con el aliento desde las gradas de Taylor Swift.
Con este resultado, los Chiefs mantienen su palmarés de cuatro títulos, tres de ellos con Mahomes y Kelce al frente, mientras que los Eagles suman su segunda corona tras la obtenida en 2018. Para Jalen Hurts, este triunfo significó una gran revancha personal. Luego de brillar sin recompensa en la final del año pasado, el mariscal de campo lideró a su equipo con 221 yardas de pase, dos touchdowns y una anotación por tierra. “Pude aprender de la experiencia pasada, tanto de lo bueno como de lo malo”, expresó Hurts, destacando la importancia de la defensa en el título obtenido.
El partido dejó en claro que los Eagles salieron con la intención de dominar desde el primer minuto. Hurts abrió el marcador con un pase de 27 yardas a Jahan Dotson y luego concretó él mismo un touchdown de una yarda. Mientras tanto, Kelce no lograba controlar varios envíos de Mahomes, encendiendo las alarmas en el banco del experimentado Andy Reid. Un gol de campo de Jake Elliott y un error de Mahomes en un pase interceptado por el novato Cooper DeJean, que recorrió 38 yardas para anotar, ampliaron la diferencia. Poco antes del descanso, otra intercepción de Mahomes derivó en un touchdown de A.J. Brown, dejando el marcador en un sorprendente 24-0 al entretiempo.
El espectáculo del Super Bowl también contó con la presencia de Lionel Messi, quien, tras disputar un amistoso con Inter Miami en Honduras, asistió al partido junto a sus compañeros Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets.
En el tradicional show del entretiempo, Kendrick Lamar fue la estrella principal, acompañado por SZA y, de manera inesperada, Serena Williams, quien sorprendió al público con sus pasos de baile. Además, Lady Gaga brindó un emotivo homenaje a las víctimas de recientes tragedias en Estados Unidos con una presentación especial en la icónica Bourbon Street de Nueva Orleans antes del inicio del partido.
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