Piti Fernández, líder de Las Pastillas del Abuelo, habló en Boing y Sus Secuaces de Radio Boing 97.3 sobre su agenda, la pasión por sus múltiples proyectos y su vínculo con la nueva escena musical. El artista tocará este domingo con su proyecto solista en el Jaguar Häus.”Es un privilegio tener laburo. Las Pastillas van a cortar recién el 4 de enero en Mar del Plata”, contó Piti, detallando la locura de su agenda.
El cantante sorprendió al revelar su gusto por la música electrónica, al que entró tras una visita a Ibiza con su primo. “Me gusta. No es que tenga una faceta muy erudita, pero entiendo”, admitió, explicando que prefiere el progre y el house, ya que la electrónica minimalista le permite disfrutar con un movimiento chiquito, algo que no le pasa con el reggaetón o la cumbia.
Piti se refirió a su cercana relación con Franco Mastantuono, el joven futbolista de River Plate y fanático de su banda. “Nos queremos mucho. Es muy maduro para la edad que tiene, no parece tener menos de 20 años”, comentó, y agregó: “Estando al lado de él se puede sentir el magnetismo de una persona que puede llegar a ser el próximo 10 del mundo“.
Al ser consultado sobre el secreto para tantos proyectos y energía, el músico fue contundente: “Yo creo que la palabra es pasión. Mi palabra preferida es la pasión. La vida hay que vivirla con pasión en todo, si estás triste o contento”.
El artista analizó el recambio generacional en el público y la nueva escena musical argentina. Señaló que la pibada llega al rock a través de la confianza de sus familiares (padres o hermanos mayores).
Además, destacó que referentes como Duki “son un animal, son un referente de nuestra música en el mundo” y que los nuevos artistas están llevando su arte a una puesta en escena cada vez “más rockera“, con bandas de músicos que “la descocen”.
Piti también recordó el impacto del episodio de Cromañón en el under rockero, y cómo Las Pastillas del Abuelo logró “despegar justito” en 2006.
Finalmente, sobre sus escritores favoritos del rock nacional, Piti no dudó en nombrar a los grandes: Miguel Abuelo (“un poeta”) y el Indio Solari (“una pluma privilegiada”), al que admiró en la época de Los Redondos. También destacó a Gustavo Cerati en su etapa solista, por frases “profundísimas” como “Decir adiós es crecer”.
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