Se vienen las elecciones en Barcelona y con ellas comenzaron las jugadas políticas y mediáticas para desestabilizar a los contendientes. Tras el famoso burofax enviado por Messi a mediados de 2020, donde buscó ejecutar una cláusula para salir del club, la dirigencia renunció y llamó a comicios.
Pero se sabía que esa jugada del rosarino no iba a salirle gratis. Lejos de eso, mientras se conoció el impresionante pasivo de Barcelona, acrecentado por la pandemia, en las últimas horas se filtró el contrato del futbolista y explotó la polémica por lo que solicitó y aceptó la dirigencia saliente.
“El contrato faraónico de Messi que arruina al Barça”, así tituló el diario El Mundo de Madrid los documentos que dan cuenta del vínculo rubricado entre el capitán y la institución catalana. Entre fijos y variables, Leo firmó en 2017 un acuerdo que lo posibilitaba a percibir hasta 555.237.619 euros brutos durante cuatro temporadas.
Según la publicación, el contrato alcanza el monto mencionado contabilizando salario fijo, derechos de imagen, una serie de primas “multimillonarias inéditas hasta la fecha”, dietas y “un rosario de variables” dependiendo distintos objetivos cumplidos. Mientras tanto, desde el entorno del jugador aseguraron que las cifras son menores.
Uno de los puntos más importantes del contrato que llevaba la firma de Messi y del presidente saliente Josep María Bartomeu fue de 97.941.250 euros que el futbolista se aseguró a cobrar automáticamente en dos pagos como prima de renovación.
Por otro lado, El Mundo destaca como “asombrosa” a la llamada “cláusula de fidelidad”. Es decir “simplemente por permanecer en la disciplina del Barça hasta el 1 de febrero del 2020″: el contrato que firmó Bartomeu le entregó 66.240.462 euros aparte del salario fijo por cumplir con este ítem.
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