Mientras las autoridades de salud de todo el mundo se enteraban del surgimiento de una nueva cepa de coronavirus, los virólogos enfrentaban su propio dilema: qué nombre ponerle.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene usando letras griegas para referirse a las variantes más difundidas del coronavirus, que de lo contrario llevan indescifrables nombres científicos. Y cuando fue detectada una nueva variante cuya nomenclatura era B.1.1.529, ya habían usado 12 letras del alfabeto griego.
Pero las siguientes dos letras del alfabeto griego, la nu y la xi, eran problemáticas.
The Omicron variant reflects the threat of prolonged vaccine injustice. The longer we take to deliver #VaccinEquity, the more we allow the #COVID19 virus to circulate, mutate and become potentially more dangerous. pic.twitter.com/tfN5SlBiA5
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) November 28, 2021
La OMS dijo haberlas salteado porque “nu” suena muy parecido a “new” (nuevo/a, en inglés), y porque Xi es un apellido muy común. El organismo explicó que las buenas prácticas para la denominación de enfermedades piden evitar ofender a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico. Xi es un apellido sumamente extendido en China, compartido, sin ir más lejos, por el actual presidente Xi Jinping (en chino, el apellido va adelante).
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