Cada vez que alguien guarda los auriculares de su smarphone en el bolsillo o de la computadora en un cajón, cuando quiere buscarlos para volver a usarlos siempre pasa lo mismo: los cables estén completamente enredados.
Para la tranquilidad de muchos, no hay una forma excelente de guardarlos para que esto no suceda, sino que los auriculares están predestinados a enredarse, al menos así lo confirma un estudio científico que analizó la razón por la cual gastamos preciosos segundos o minutos para terminar con esa selva de nudos.
Según un documento presentado hace más de seis años por los investigadores del Departamento de Física de la Universidad de California en San Diego hay varios factores que entran en juego para que se produzcan los nudos en los cables.
El estudio- en el que se colocaron en una caja cables de diferente longitud y se sometieron a diversos niveles de agitación donde se realizaron 3.415 pruebas estudiando y clasificando el tipo de nudo generado- fue realizado por un equipo de científicos coordinados por los físicos Dorian M. Raymer y Douglas E. Smith de la Universidad de California quienes estudiaron este fenómeno que denominaron nudos espontáneos y utilizando las matemáticas dieron con la respuesta.
La probabilidad de que los cables de los auriculares se enreden es directamente proporcional a su longitud, mientras más largos, las posibilidades de encontrarte con una maraña de nudos cada vez que los sacas son mayores.
En cerca de 3500 intentos estos expertos en física pudieron determinar que hay dos factores que inciden en los nudos que se forman en los cables: longitud y sacudida.
La investigación determinó que aquellos cables con una longitud máxima de 46 centímetros tienen una baja posibilidad de enredarse. De allí en adelante y hasta llegar a auriculares cuyos cables tienen un largo de hasta 1,5 metros las posibilidades aumentan exponencialmente.
Los cables más largos también se agitan más dentro del lugar en donde los guardemos, no importa que creamos tener la técnica perfecta para enrollarles, ya que nada evita que estos nudos se formen de manera casi espontánea.
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