Raúl Milano, director de Rosgan, analizó en Radio Boing 97.3 el aumento sostenido del precio de la carne en los dos últimos meses, que se ubica por encima de la inflación. Milano atribuyó la suba a una “oferta escasa para un gran volumen de demanda” tanto a nivel nacional como internacional.
El experto recordó que, al sacar un corte de carne de la góndola, hay que pensar que ese músculo “hace tres años que el toro agarró la vaca”, subrayando el costoso y largo proceso productivo que tiene el sector.
Milano destacó que el mundo es un gran demandante: en un año, el precio de la carne a nivel global aumentó un 15%. China y Europa, entre otros, buscan carne, y Sudamérica es el único lugar donde la producción puede crecer por contar con “agua y pasto dulce”. “Hoy Argentina tiene una gran oportunidad. La carne históricamente tuvo un precio político, un precio barato”, afirmó Milano.
El director de Rosgán explicó que los cierres a la exportación de hace 15 años y la falta de señales claras al sector provocaron la pérdida de diez millones de cabezas de ganado. Si bien Argentina sigue consumiendo 51 kilos de carne per cápita al año (el consumo más grande del mundo), bajó de los 70 o 75 kilos que se comían hace dos décadas.
Respecto a la pregunta de por qué el precio está tan alto, Milano fue contundente: “Hay una oferta escasa y hay una demanda, tanto del mercado interno como internacional, que hace que no alcance el volumen”.
Milano señaló que el sector ganadero vive un “sueño” en un momento de recesión para la economía real, ya que “todo lo que producís lo vas a poder vender”. A esto se suma que Estados Unidos aumentó de 20.000 a 80.000 toneladas la cuota de carne que compra a Argentina.
El experto destacó que Argentina, al sumar todas las carnes (vacuna, pollo y cerdo), consume 115 kilos per cápita por año, ubicándose en los mejores niveles del mundo. El pollo subió fuertemente su consumo a 48-50 kilos (antes 15-17), y el cerdo a 17 kilos (antes 3-4).
Milano indicó que la carne perdió lugar en el consumo no solo por el precio, sino por un cambio cultural hacia hábitos más saludables y la aparición de dietas veganas o vegetarianas.
El tributarista puso como ejemplo a China, que hace solo ocho años compraba 150.000 toneladas y hoy es el mayor comprador mundial con 3.600.000 toneladas. Esta demanda externa, que busca principalmente la vaca vieja para hacer guisos y que antes se usaba para chacinados, impacta directamente en el precio interno.
“La carne está pasando, y el ganado, un muy buen momento”, concluyó Milano, explicando que el precio del animal en pie subió de un dólar veinte a tres dólares en plena.
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