
En diálogo con Radio Boing 97.3, el economista Fernando Marengo analizó la desaceleración inflacionaria, la baja de tasas y el freno del consumo, y advirtió que “sin crecimiento sostenido, los salarios nunca le van a ganar a la inflación”.
La inflación de octubre se conocerá oficialmente el próximo miércoles, pero los primeros relevamientos privados ya estiman que se ubicará entre 2,4% y 2,5%, lo que marcaría una leve suba tras varios meses de desaceleración. Según el economista Fernando Marengo, este repunte “es consecuencia directa de la presión cambiaria y de la brecha que se dio en octubre”.
“Cada vez que hay incertidumbre cambiaria, se termina pagando en precios. La aceleración inflacionaria es el resultado de la presión y la depreciación del tipo de cambio”, explicó en diálogo con Gabriel Pennise en Antes de Todo de Radio Boing 97.3.
Marengo consideró que el nivel de inflación seguirá condicionado por la estabilidad del tipo de cambio. “Si Argentina quiere tener una inflación baja, necesita un tipo de cambio estable. El ritmo de depreciación termina poniendo un piso a los precios”, señaló.
El economista recordó que el Gobierno redujo el crawling peg —la tasa de ajuste mensual del dólar— del 2% al 1%, lo que ayudó a bajar los precios, pero advirtió que diciembre podría mostrar un repunte por cuestiones estacionales. Además, mencionó que la baja de las tasas de interés, hoy cercanas al 30%, busca reactivar el crédito, aunque aún persiste una fuerte caída del consumo. “Hay muy poca venta. La gente se ajusta lo más que puede. El problema es que muchas cuotas ya no se licúan con la inflación, como antes, y eso limita el consumo de bienes durables”, analizó.
Marengo fue categórico al señalar que la única salida para recuperar el poder adquisitivo es el crecimiento sostenido. “Argentina no crea empleo formal hace 15 años. Casi la mitad del tiempo desde 1980 estuvo en recesión. Con una economía que no crece, los salarios no le pueden ganar a la inflación”, enfatizó.
También respaldó las reformas estructurales que impulsa el Gobierno nacional: “Las reformas laboral y tributaria son necesarias. Argentina tiene una presión impositiva fenomenal y un sistema previsional quebrado. Sin cambios estructurales, no habrá inversión ni crecimiento”. Consultado sobre el riesgo país, que se mantiene en torno a los 630 puntos básicos, Marengo sostuvo que el país debe “recuperar credibilidad” para atraer capitales.
“Argentina tiene un problema reputacional. Cada vez que rompe el equilibrio fiscal, los mercados se van. La inflación y las reestructuraciones de deuda son estafas repetidas. Hay que sobreactuar la responsabilidad fiscal para recuperar confianza”, concluyó.
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