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Rosario

Prisión preventiva para los dos policías acusados de filtrar información del MPA a Los Monos

La jueza Verónica Lamas González dictó prisión preventiva para los dos empleados policiales acusados de filtrar información a integrantes de Los Monos. Se trata de Luciano Arellano y Marcos Barúa, ambos detenidos el último viernes durante un allanamiento en un galpón de barrio Belgrano, cuando comían un asado con otros uniformados, en actividad y retirados. Los fiscales que llevaron adelante la investigación fueron Matías Edery y José Luis Caterina, de la Agencia de Criminalidad Organizada.

Lamas González admitió la imputación y la figura legal de asociación ilícita, encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público. A la hora de responder los planteos de la defensa, le dijo a Arellano que “la información calificada que usted tenía, no debía filtrarse”.

Luciano Arellano era funcionario policial dentro de la Brigada de Homicidios Dolosos de AIC y colaboraba con el equipo de la Fiscal Marisol Fabbro. Para los fiscales, revelaba información reservada a Juan José Raffo, un ex comisario que fue oportunamente condenado por haberse comprobado que era integrante de Los Monos.

Respecto de Lautaro Barúa, funcionario policial, los fiscales dijeron que “se encargaba de proporcionar contactos policiales e información a Guillermo ‘Chupa’ Sosa, integrante de la barra de Newell’s y condenado por el crimen de otro líder de la barra leprosa, el ‘Chivo’ Saravia”.

Edery reveló en la audiencia que la investigación comienza cuando un informe de inteligencia les advierte sobre una posible infiltración dentro del propio MPA. El fiscal recordó que en ese momento, cuando estaban trabajando sobre ese dato, se producen tres homicidios que permiten interpretar la veracidad del mismo.

“El último de ellos fue el de Saravia -relató Edery-. Los que lo matan, se llevan el teléfono de la víctima y el aparato llega, pudimos seguirlo con el GPS, hasta la casa de Sosa. La fiscal Fabbro se aparta de la causa porque ya se sospechaba que en su equipo había un infiltrado y la toma la Agencia de Criminalidad Organizada, que detiene e imputa a “Chupa” Sosa. Ahí es cuando accedemos al teléfono del autor del crimen y vemos que no sólo estaba Arellano, sino que también aparece Barúa, agendado como ‘Marcos’. Y este último, agente policial, había participado de momentos violentos de la organización”.

Barúa, que también integraba la División de Homicidios de AIC, pidió la palabra durante la audiencia y admitió una relación de amistad con “Chupa” Sosa. “Salíamos de caravana, nos conocemos de andar juntos en la noche“, planteó. Para la jueza, las escuchas que se presentaron como evidencia reflejaban otra cosa: en los mensajes, se hablaba de “ir a buscar la moneda” y el integrante de Los Monos le decía al policía que “lleve su pipita”. Lamas señaló: “Los que estamos en estos temas, sabemos qué es una pipita, es un arma”.

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