La autopsia preliminar de los cuerpos de Brenda del Castillo (20 años), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), halladas sin vida este miércoles en una casa en Florencio Varela, indicó que las tres jóvenes fueron asesinadas entre la noche del viernes y la madrugada del sábado.
Según la primera reconstrucción, Del Castillo presentó un fuerte golpe en el cráneo con hundimiento y fracturas, Verdi un corte extenso en su abdomen realizado post mortem, mientras que Gutiérrez contó son signo de puñaladas. En el último caso, los criminales también habrían intentado calcinar los restos.
Las jóvenes habían sido vistas por última vez en una estación de servicio de La Tablada el viernes 19 de septiembre, cuando subieron a una camioneta blanca, cuyo seguimiento por cámaras de seguridad llevó a los investigadores hasta una vivienda en la que estaban enterradas.
Producto de ello, la autopsia reveló también componentes de tierra, dentro y fuera de los cadáveres, además de humedad. Cabe destacar que al momento de ser halladas, se encontraron en el lugar manchas de sangre y los cuerpos descuartizados.
“Me la sacaron y quiero que paguen por todo lo que me hicieron. Hoy vi la foto de ella, de su manito sangrada. Quiero que paguen todos”, manifestó la madre de Brenda este miércoles ante los medios, durante un corte de calle realizado en pedido de justicia en la zona de La Matanza donde las tres víctimas desaparecieron.
En tanto, en el marco de los operativos de este miércoles cuatro personas fueron detenidas, de las cuales se sospecha que integran un red de narcotraficantes. Una camioneta blanca, captada por cámaras de seguridad en fue la clave para dar con el destino final de las víctimas: las filmaciones brindaron el instante en el que las tres jóvenes subieron voluntariamente en la madrugada del viernes.
La principal hipótesis apunta de momento a una banda narco peruana que opera en la villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores. La madre de Morena reveló durante una entrevista con TN que su hija ejercía la prostitución. La mujer, identificada como Sabrina, contó que vivía preocupada por el peligro al que se exponía la joven.
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