
En la noche del lunes, Racing y River se enfrentaron por un lugar en los cuartos de final del Torneo Clausura 2025, en un encuentro que promete tensión, historia y altas expectativas. El partido se llevó a cabo en el estadio de Racing, conocido como el “Cilindro”, contando con la localía de La Academia.
Racing llega tras una buena fase de grupos, donde terminó tercero en su zona y con varios partidos sólidos en las últimas fechas. Por su parte, River enfrenta uno de los momentos más complicados de los últimos tiempos: con resultados irregulares y presión para revertir su imagen.
El arbitraje estará a cargo de Facundo Tello, con asistencia de Gabriel Chade y Miguel Savorani, mientras que el VAR será manejado por Yamil Possi.
Racing se va al descanso con ventaja: 1-0 sobre River, gracias al gol prematuro de Santiago Solari, que a pura velocidad capitalizó un desborde y definió con precisión para abrir el marcador y desatar la euforia en Avellaneda.
Tras ese impacto inicial, el partido se volvió friccionado y con mucho nervio. River intentó reaccionar, pero le costó generar situaciones claras y sufrió cada transición rápida de Racing, que mostró mayor claridad y mejor circulación de la pelota.
En los minutos finales de la primera etapa, La Academia tuvo incluso la chance de ampliar la diferencia con un remate de Maravilla Martínez que exigió a Franco Armani. River, por su parte, apenas respondió con un disparo aislado de Barco que se fue desviado.
Con un clima caliente en las tribunas y un Racing más decidido, el entretiempo llega con justicia en el marcador: La Academia gana 1-0 y deja mejor imagen.
Al comenzar el segundo tiempo, River salió decidido a revertir la historia y encontró el empate rápidamente gracias a un cabezazo de Miguel Borja, que puso el 1-1 y cambió el clima del partido.
Pero Racing reaccionó de inmediato: una gran jugada colectiva terminó en los pies de Maravilla Martínez, que definió cruzado para el 2-1, devolviendo la ventaja y el impulso al equipo local.
El Millonario, obligado a buscar nuevamente el resultado, se adelantó en campo rival y logró el 2-2 con un remate de media distancia de Esequiel Barco, que dejó sin chances a Arias.
Cuando el partido parecía encaminarse al alargue, Racing encontró la jugada decisiva: un centro desde la derecha encontró solo a Agustín Almendra, que conectó de primera y marcó el 3-2 definitivo, desatando la locura en Avellaneda.
Los minutos finales fueron de puro sufrimiento para Racing, que resistió los últimos intentos de River y terminó sellando una victoria agónica, intensa y celebrada.
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