Gustavo Ponce Asahad, ex fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), firmó el pasado martes 28 de septiembre un acuerdo para acceder a un juicio abreviado que lo condenó a 6 años de prisión efectiva e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por formar parte de una asociación ilícita.

Ponce Asahad obtuvo el beneficio de la libertad condicional luego de permanecer un año detenido. Leonardo Peiti, empresario del juego clandestino, fue quien había señalado al ex integrante del MPA como responsable de haberle cobrado coimas a cambio de protección judicial. Al confesar este delito y oficiar como colaborador de los investigadores, logró una reducción de la pena a 3 años de prisión efectiva que cumplirá en su domicilio. Red Boing tuvo acceso a las declaraciones que el ex funcionario formuló en la audiencia, en cuyo marco la jueza Eleonora Verón avaló el pedido de la defensa para que el condenado reciba la libertad la condicional.
“No me va a alcanzar la vida para pedir disculpas, pero todos nos merecemos seguir adelante en algún momento”, expresó Ponce Asahad. Y agregó en reiteradas ocasiones: “Estoy dispuesto a colaborar con esta investigación, que creo es la única manera de reparar el daño que hice”.El ex fiscal ratificó sus dichos del 5 de diciembre del 2020, cuando se refirió al vínculo con Patricio Serjal, con quien cursó abogacía y forjó una relación de amistad.

Durante su extensa declaración, Ponce- como lo llaman algunos- se refirió a la megacausa por lavado y fraude que estalló en Rosario durante 2016: “Me consta que lo que hubo fue una gran movida de influencias que tenía como objetivo desplazar a los fiscales que investigaban la causa. He estado en reuniones en el despacho de Serjal, vinculadas al tema”.
En tanto, manifestó haber estado presente junto al ex Fiscal Regional, Patricio Serjal, cuando el Ministro de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Gútierrez, le entregó a Armando Traferri un “paper” y le dijo: “Acá tenés todo en contra de Saín”.

Según sus dichos, no se trató de un encuentro: “Por lo menos hubo dos más; una a raíz de la causa de los dos Toyotas que había comprado Serjal en la concesionaria de Rómulo González (en la misma semana que el ex fiscal regional lo absolvió en una causa por vaciamiento). En aquella oportunidad lo acompañé a la Corte, a reunirse con el por entonces Presidente de la misma, Rafael Gutiérrez”.

Sobre ese punto, profundizó: “El hijo del doctor Gutiérrez se convirtió en uno de los secretarios de la legislatura, eso me llamó la atención obscenamente”.
Además, destacó la relación del famoso operador político-judicial Carlos Carranza, ex secretario de gobierno de Carlos Reuteman y ex diputado nacional: “Era uno de los operadores que más visitaba el despacho de Serjal y le decía que estaba todo bien, mientras había un escándalo por los dos autos Toyota, que por más que hayamos tenido sueldos privilegiados nadie trabajando de fiscal podía comprarse esos dos autos juntos”. Y añadió: “El doctor Carranza recorría los pasillos de todo tribunales una vez cada 10 días, más allá de las causas que tenga, pero fundamentalmente se lo veía en los espacios de la toma de grandes decisiones”.

Por otra parte, el ex investigador enfatizó en la relación empresarial que tenía Carranza con la familia Traferri: “Cuando supe que las empresas de Traferri estaban relacionadas con la obra pública en Santa fe me produjo escozor. Ya fueran de él o de su hijo, había una marcada irregularidad”.

En el cierre de su declaración, Gustavo Ponce Asahad respondió sobre la causa de los subsidios de los senadores y recordó una reunión de la Asociación de Fiscales, en la que uno de los funcionarios intervinientes habría expresado: “Yo si me llevo puesto a un senador, puedo ser gobernador”.
“La causa de los subsidios de los senadores saltó a la luz por una denuncia del ex concejal Jorge Boasso”, recordó. Y concluyó: “Se investigaban los subsidios que daba Traferri a su esposa, que tenía una fundación. Hubo grandísimas presiones para que se debilitara a los fiscales intervinientes que eran Narvaja y Mac Cormack. Serjal apenas asume como fiscal regional, descabeza esa unidad y Mac Cormack termina en Flagrancias y Narvaja en otra oficina. No solamente Traferri, sino todos los sectores políticos presionaron y el resultado fue el que todos conocemos. Fiscales separados y la causa archivada. Esa causa fue paradigmática”.

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