La balanza energética argentina sigue consolidando su racha positiva y se convirtió en una de las principales fuentes de divisas para el país. Según los datos oficiales de noviembre publicados por el INDEC, el sector registró un saldo a favor de 858 millones de dólares, impulsado por un salto espectacular en las ventas al exterior que ya superan el total exportado durante todo el año pasado.
Las exportaciones de combustibles y energía alcanzaron los 1.008 millones de dólares solo en el mes de noviembre, lo que significa un aumento del 52,8% respecto al mismo periodo del 2024. Con este desempeño, el superávit acumulado en los primeros once meses del año ya se ubica en los 6.911 millones de dólares, gracias a los niveles de producción récord que mantiene el yacimiento neuquino de Vaca Muerta.
El petróleo, protagonista del comercio exterior
El informe de Intercambio Comercial Argentino revela que la energía ya representa el 12,6% del total de las exportaciones del país, ubicándose detrás del campo y la industria. El dato más destacado es el crecimiento de los aceites crudos de petróleo, que hoy explican el 7,6% de todo lo que Argentina le vende al mundo.
Mientras que las exportaciones en este segmento crecieron un 62,4%, las importaciones apenas subieron un 8,2%. Esto demuestra que la mayor producción local no solo permite venderle más al exterior, sino también depender menos de la energía importada, lo que termina de sanear las cuentas del Banco Central.
Balance comercial positivo
En términos generales, las Manufacturas de Origen Agropecuario (como la harina y el pellet de soja) y los Productos Primarios (como el maíz) siguen liderando el ranking de exportaciones. Sin embargo, el sector de Combustibles y Energía es el que más terreno ganó en términos porcentuales, cerrando un noviembre con un superávit de 765 millones de dólares frente a los 431 millones del año anterior.
Este flujo de dólares es el que permite compensar la balanza comercial en un año donde el consumo interno se mantuvo planchado, pero la producción extractiva no dejó de crecer, posicionando a la energía como el nuevo gran pilar de la economía nacional de cara al 2026.
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