
A días de haberse iniciado el proceso de reforma constitucional en la provincia de Santa Fe, una de las comisiones centrales sesionó en Rosario para abordar un tema histórico: la autonomía municipal. Desde el sector político que impulsó esta discusión, advierten que se trata de una oportunidad clave para que la ciudad pueda decidir sobre su propio destino.
“Rosario tiene que poder discutir su forma de gobierno, sus prioridades, y qué competencias provinciales puede asumir como propias. Eso es la autonomía”, planteó Juan Monteverde, quien explicó que muchas decisiones que afectan a los rosarinos “se toman en Santa Fe o Buenos Aires” y no en la ciudad.
El debate apunta a que Rosario pueda contar con su propia Carta Orgánica, una suerte de mini-Constitución local que establezca cómo se organiza el poder dentro de la ciudad. Para eso, remarcaron, será necesario convocar a una convención constituyente local, con representantes elegidos por la ciudadanía.
“Queremos dar vuelta la lógica vertical del poder. Que los de abajo, las mayorías, tengan más voz. Que los vecinos y vecinas decidan qué ciudad quieren”, señalaron.
Uno de los ejes clave del debate es qué competencias podrá asumir Rosario si se convierte en una ciudad autónoma. Se habló, por ejemplo, de la posibilidad de que la policía dependa del municipio, aunque aclararon que “ninguna competencia puede llegar sin recursos”.
También se puso el foco en evitar que el proceso se use con fines políticos: “Si la discusión de la autonomía es para ver cómo siguen en el poder los que están hace 40 años, se pierde una oportunidad. Lo que hay que discutir es cómo se mejora la vida de los rosarinos”.
Otro tema que surgió en el seminario fue la falta de representatividad en el Concejo Municipal. “Hoy, la mayoría de los concejales viven en el centro. Los barrios están subrepresentados”, señalaron, y propusieron avanzar hacia un modelo de representación territorial, donde haya ediles elegidos por zonas o distritos.
También plantearon que los concejales deberían tener atribuciones ejecutivas para resolver temas básicos como luminarias, recolección de residuos o mantenimiento de espacios públicos. “Hoy el vecino te vota, pero después te reclama cosas que no podés resolver. La política tiene que volver a la cercanía, a lo cotidiano”, remarcaron.
Desde el espacio político que impulsa la autonomía, aseguran que Rosario tiene ahora una oportunidad histórica para definir cómo quiere gobernarse. “La ciudad tiene que convocar una convención y elegir a los convencionales que van a redactar su carta orgánica. Eso es democracia. Eso es poder real para los rosarinos”, concluyeron.
Comentarios