El plantel completo del fútbol femenino perteneciente a Argentino de Rosario decidió renunciar indeclinablemente a seguir formando parte del club. A través de un duro comunicado, las jugadoras denunciaron discriminación y aseguraron que en el último tiempo no tenían ningún tipo de colaboración económica para seguir defendiendo a la institución en los torneos de AFA.
En la misma semana en que la disciplina tomó relevancia a nivel nacional por la participación de la Selección Argentina en el Mundial disputado en Nueva Zelanda, en la zona norte de la ciudad la situación es diferente. Es por eso que la determinación de las deportistas caló hondo en el mundo del fútbol femenino, ya que el Salaíto es uno de los históricos en dicha rama.
“Nosotras, el plantel de jugadoras del Club Argentino de Rosario queremos comunicar los motivos por los cuales decidimos no continuar representando a dicho club en la competencia de la primera “B” de A.F.A. Hemos trabajado durante dos años y medio como verdaderas profesionales, independientemente de no percibir un sueldo, y hemos dejado al club en lo más alto peleando dos finales de campeonato y ascensos; generando reconocimiento para la institución en el fútbol femenino de la ciudad y el país”, comenzaron destacando a través de un comunicado realizado en redes sociales.
Continuando por esa línea, las jugadoras del elenco de zona norte agregaron: “Sin embargo hoy en día no somos valoradas como futbolistas y deportistas y vivimos muchas situaciones que nos llevan a tomar esta decisión. Al comenzar el año tuvimos algunas reuniones con el club en las que se nos prometió ‘igualdad’ con el plantel masculino pero a medida que comenzó a transcurrir el tiempo quedó de manifiesto que esto no iba a ser cierto”.
“En los últimos meses, nosotras, las propias jugadoras, nos encargamos de organizar rifas, vender pizzas, buscar sponsors y pedir subsidios a la municipalidad con el objetivo de ír sosteniendo las condiciones básicas para seguir siendo el equipo competitivo que siempre fuimos”, sostuvieron.
En ese sentido, añadieron: “Realizamos nuestros conjuntos de ropa para poder representar correctamente a la institución; varias veces debimos pagarnos la comida cuando nos tocaba viajar a jugar a otras provincias; estudios médicos que corrían por nuestra cuenta, viáticos a jugadoras pendientes, etc. Como si todo esto fuera poco, alquilamos nosotras mismas un predio para entrenar ya que la cancha no podemos utilizarla demasiado para ‘no arruinarla ya que al masculino lo televisan’, como nos dijeron. Fuimos cediendo en muchas cosas por el deseo de seguir jugando y estar más cerca de nuestro objetivo del ascenso. Objetivo que claramente al club no le interesa alcanzar”.
El comunicado continúa: “En los últimos días nos anoticiamos que desde Argentino manifiestan que no queremos seguir jugando porque hubo un recambio de cuerpo técnico. Queremos dejar muy en claro que esto no es así. La situación de quitarle los mínimos viáticos al cuerpo técnico imposibilitándolo de seguir al frente del equipo es una demostración más de cómo se prioriza lo económico por sobre lo futbolístico. Es el detonante de todo esto que mencionamos antes, así como también una situación vivida por dos compañeras a las cuales se les pidió que trabajen promocionando al club para poder conseguir sponsors ya que de lo contrario no se podría mantener el femenino. Ambas debían salir, vestidas con ropa del club, durante dos horas, tres veces por semana a repartir en diferentes empresas unos folletos que ellos nos entregaron. Sentimos que esta situación excede el nivel de falta de respeto y destrato que ya veníamos viviendo.
Cabe aclarar que nada de esto vive el plantel masculino del club. Estamos convencidas de que jamás se les pediría algo así. Esta muestra de abuso de poder solo se da con nosotras.
Manifestamos todo esto al secretario deportivo del club y posteriormente al presidente del mismo pero no fuimos escuchadas. Buscaron incluso manipularnos con la amenaza de no entregar nuestros pases para que no podamos continuar nuestra carreras en otros clubes.
Frente a todo esto, y en el marco de un mundial de fútbol femenino donde se ve el crecimiento de este deporte a nivel mundial decimos BASTA. Hoy nuestros sueños se ven pisoteados, nos sentimos burladas y relegadas una vez más y aunque nos duele en el alma, decidimos hacernos valer. PORQUE SÍ VALEMOS. Gracias a quienes nos apoyaron y acompañaron en todo nuestro recorrido. Vamos a seguir luchando por construir un fútbol femenino más justo”.
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