Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía, confesó las dificultades que tendrá el Gobierno Nacional de cara a cumplir con las metas coordinadas con el Fondo Monetario Internacional y el Presupuesto 2023. En ese marco, expresó que si se buscara salir del cepo cambiario de forma inmediata, la Argentina se enfrentaría a un nuevo “Rodrigazo”.
Puntualmente, afirmó que de los objetivos impuestos por el FMI costará “uno y la mitad del otro” de igual manera que será “díficil” cumplir con el sancionado proyecto de Presupuesto del año próximo. “No es posible salir del cepo ahora, si hacés una devaluación y sale mal es un Rodrigazo”, sostuvo.
En la misma línea, lamentó haberse apartado de la “economía ordenada” de inicios de los años 2000 y dijo: “De esa macro nos apartamos, es para pegarse un tiro. Yo me propuse como idea personal meterme para ayudar a ir en esa dirección”.
Por su parte, Rubinstein diagnosticó que “el orden macro pasa por el orden fiscal, ir al superávit y unificar el mercado de cambios, son herramientas que ordenarían la macroeconomía”.
“Estamos experimentando una baja en la demanda de dinero”, analizó y subrayó que esa situación sería “compatible con una inflación del 60% anual”. En ese contexto, indicó que “tiene sentido la política de precios” que anunció recientemente el ministro Sergio Massa a pesar de que reconoció la medida no tiene “sentido per se” sino que el objetivo es “desindexar”.
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