En medio del avance de las tropas rusas, el Ejército dirigido por Vladimir Putin bombardeó un hospital infantil ubicado en Mariúpol, puerto ubicado en el sureste de Ucrania. De acuerdo con el responsable regional, Pavlo Kirilenko, hay al menos 17 heridos de gravedad y miles de niños atrapados bajo los escombros.
Tras el ataque, el presidente Volodimir Zelenski compartió en sus redes sociales un video del lugar y aseguró que “el mundo es cómplice del terror”. “Cierren el cielo ahora. Personas y pequeños están debajo del cemento, es una atrocidad. ¿Cuánto más el mundo va a ignorar el terror? Basta de muertes”, indicó el mandatario.
Por otra parte, en el catorceavo día de invasión, las autoridades acordaron seis corredores humanitarios para evacuar a las localidades afectadas. En la víspera, unas 7.000 personas pudieron utilizar las rutas de salida desde Sumy, ciudad cercana a la frontera con el gigante euroasiático. Los civiles en áreas alrededor de la capital, incluyendo Irpin y Bucha en el noroeste, serán trasladados a Kiev.
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