El Tribunal Oral Federal N°4 decidió de decomisar de USD 4 millones que el empresario Lázaro Báez poseía distribuidos entre una cuenta en Bahamas y otra en Suiza.
Esta acción forma parte de un proceso judicial más amplio relacionado con el caso conocido como “la ruta del dinero K”, donde se investiga el lavado de activos y la corrupción vinculada a la administración pública.
En esa misma línea, se ha ordenado el remate de 56 propiedades que pertenecen al empresario y a su hijo Martín Báez, quien también ha sido condenado en este caso. Las mismas incluyen una variedad de inmuebles, tales como departamentos, lotes, casas y cocheras, situadas en diversas ubicaciones tanto en el país como en el extranjero.
Esta medida se impuso en simultáneo al embargo de $320 millones que ya había establecido el tribunal que lo sentenció, lo que representa un monto significativamente mayor al dinero que se estima que habría obtenido a través de actividades ilícitas.
Esta sanción económica busca no solo recuperar parte de los fondos, sino también establecer un precedente en la lucha contra la corrupción.
El magistrado encargado del caso ha solicitado la transferencia inmediata de fondos de una cuenta asociada a la sociedad Tyndall Inc. Limitada, ubicada en el Banco Lombard Odier de Suiza, la cual asciende a U$S907.202, junto con los intereses generados.
Además, se ha dispuesto que unas 56 propiedades de Báez y su hijo sean inscritas a nombre de la Corte Suprema de Justicia, como parte del proceso de recuperación de activos. Finalmente, el tribunal ha determinado la adjudicación de $2.570.077 por la subasta de un avión Rockwell Commander y $1.757.906 por la venta de un Learjet con matrícula LV-BPL, en un intento de maximizar los recursos recuperados en el marco de este caso emblemático.
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