El ámbito futbolístico vivió momentos de incertidumbre el pasado sábado cuando el futbolista de la selección de Dinamarca, Christian Eriksen, se descompensó en medio del partido frente a Finlandia. Gracias a la actuación de los médicos y de el capitán de su equipo, Simon Kjaer, el volante salvó su vida. El cardiólogo Carlos Lorente brindó una entrevista en el programa “Antes de Todo” de Radio Boing, y se refirió al traumático episodio.
“Nos conmovió por ser un deportista joven. Nos deja ver que la posibilidad de que una persona que practica deporte y es considerado muy poco probable dado que los deportistas jóvenes son el paradigma del buen estado de salud. El hecho de ver todo esto por televisión, genera un golpe para cualquiera que está bien y pone en tela de juicio la propia vulnerabilidad. Este individuo entrenado, chequeado previamente, genera preocupación. En este caso fue un ejemplo de como las cosas cuando están bien organizadas para una super emergencia y con un cuadro tan grave, el grupo médico ha consiguió sacarlo adelante. Creo que no hay cuadro más grave en la medicina como el de muerte súbita, que demanda velocidad y eficiencia en los movimientos de cada uno de los que está involucrado en su reanimación”, explicó el médico.
El ex presidente de la fundación Cardio precisó que “los 10 primeros minutos que pasan” en este tipo de situaciones “son claves”. Y agregó: “Hay que reaccionar con inmediatez, con presiones torácicas y masajes cardíacos y la reanimación de un cuadro de muerte súbita con la utilización lo más temprana posible del desfibrilador, sino las consecuencias pueden ser irreversibles”.
“El 40 % de la población puede terminar falleciendo de enfermedades cardiovasculares. De esos individuos que mueren por causas cardíacas el 40 % muere por muerte súbita. La posibilidad de morir por muerte súbita es alta. 350 mil personas mueren por muerte súbita en EEUU y se calcula que 40 mil en Argentina”, indicó Lorente.
El doctor se refirió a un trabajo que demostró que a pesar de la existencia de chequeos cardiovasculares “hay circunstancias que salteaban esa posibilidad de detectar a los individuos que estaban más predispuestos a tener episodios como estos”. Y detalló: “Quiere decir que hay chicos de 15, 16 años que pueden estar perfectos y ser habilitados para la práctica deportiva, pero pueden desarrollar una enfermedad a los dos años siguientes una enfermedad que ocasiona la posibilidad de la muerte súbita como la miocardiopatía hipertrófica. Si no se repiten los chequeos que no detectaron la patología que va a a ocasionar la muerte súbita, es posible que con el tiempo puedan desarrollar una enfermedad”.
“No deben infravalorarse en la consideración de lo que le pasa a este chico vimos a Defoe, Puerta en Sevilla, que han muerto súbitamente y vale la pena pensar en el detalle de que en muchos casos los jugadores estaban jugando partidos importantes. Hay que considerar el estrés como un factor desencadanente. Es multifactorial y la inquietud es cómo hacer para que esto no ocurra o que suceda en la menor cantidad posible y si ocurren hay que estar preparados para actuar en tiempo y forma”, concluyó Carlos Lorente.
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