Sofía, Ramiro y Julieta, hijos del juez federal Marcelo Bailaque, son empleados del Poder Judicial. Según datos a los que pudo acceder Red Boing, trabajan en distintos Tribunales Federales rosarinos. Con esta información, se suman motivos para cuestionar al padre de los tres, el magistrado que por estas horas enfrenta un trámite ante el Consejo de la Magistratura por haber presuntamente dilatado una investigación contra el narco Esteban Alvarado.
Increíblemente, en las últimas horas también se había conocido que Bailaque había hecho ingresar al juzgado al hijo de su contador, Gabriel Mizzau, profesional que comparte con el mismo Alvarado. El joven -según lo que pudo saberse- trabajó desde 2017 hasta el mes pasado en el juzgado federal Nº 4 de Rosario, bajo la supervisión del polémico juez.
Aunque ni Gabriel Mizzau ni su hijo han sido acusados de irregularidades, el vínculo familiar y laboral ha generado controversia en los círculos judiciales de Rosario, especialmente dado el sumario disciplinario que enfrenta Bailaque.
El expediente que se abrió contra Bailaque en el Consejo de la Magistratura está relacionado con lo hecho por el juez en 2013, cuando rechazó una solicitud de intervenciones telefónicas dirigidas al grupo de Alvarado, solicitada por fiscales federales que ya asociaban al grupo con el tráfico de drogas.
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