En plena tarde del viernes, con un clima casi primaveral, quienes estaban de pic nic en la zona del Parque de las Colectividades se sorprendieron con una presencia inesperada: una víbora. Se trataba de una yarará, altamente peligrosa.
“Estaba caminando a la altura de Río Mío y vi la víbora que se arrastraba para el lado de los juegos infantiles. Avisamos a los padres que estaban con los chicos para que estén alerta y llamamos a Defensa Civil. Vinieron enseguida y la agarraron. Nos explicaron que era una yarará, que es muy venenosa. Nosotros conseguimos una caja para que no se escape y cuando llegaron los empleados de DC la transportaron sin problema”, contó a Red Boing la joven que descubrió al animal en plena ciudad.
La yarará, propia de Brasil, Paraguay y la zona litoraleña argentina, no es una serpiente agresiva, ya que ataca sólo cuando se siente amenazada. Eso puede pasar, por ejemplo, si alguien tropieza con ella. Y su mordedura es altamente venenosa. Para contrarrestarla, se debe aplicar rápidamente suero antiofídico.
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