Agustín De la Encina, el joven asesinado en la cárcel de Piñero.La fiscal María de los Ángeles Granato presentó nueva evidencia en la causa en la que investiga el crimen de Agustín De la Encina, un joven narco que estaba preso en la cárcel de Piñero. El homicidio se concretó en enero pasado y a partir del avance judicial quedó más complicada la situación de Hernán P., jefe del Servicio Penitenciario. Cabe recordar que dos empleados con rango menor al suyo ya habían quedado detenidos desde el comienzo del caso: se trata de Julián P. y Gustavo R., imputados como partícipes primarios. Y ahora su superior directo fue considerado instigador.
En la audiencia que se se realizó este lunes 11 de agosto, el Juez a cargo fue Fernando Sosa, que validó la calificación legal de Fiscalía y dispuso la prisión preventiva de Hernán P. por el plazo de ley, además de mantener la prisión preventiva ya dispuesta oportunamente para los otros dos empleados penitenciarios, ambos celadores. Agustín De la Encina resultó asesinado dentro de la cárcel de Piñero el pasado 13 de enero. La víctima era broker de seguros y estaba preso desde 2021, cuando había caído detenido en una causa por venta de drogas en Rosario. Dentro de la cárcel, se involucró con temas más pesados del mundillo narco y habría terminado perdiéndole 30 kilos de cocaína a la banda de Alvarado. La pesquisa judicial apunta a que ese habría sido el motivo por el cual buscaron matar al joven, que antes de involucrarse con temas delictivos había sido parte de la clase media alta rosarina.
Su muerte se dio luego de haber sido ultimado a facazos en el penal y la primera imputación del caso corrió por cuenta del fiscal Patricio Saldutti. Ahora, la ampliación de evidencia con más testigos que fueron ayudando a consolidar la teoría del caso fue responsabilidad de la fiscal María de los Ángeles Granato. En camino al juicio por el caso, la justicia deberá encontrar también quiénes fueron los autores materiales de la muerte de De la Encina, presos a los que se les habilitó el paso a un lugar que solamente se podía abrir desde afuera: una vez que estuvo consumado el crimen, pudieron salir porque los penitenciarios lo permitieron.
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