El camino para la reestructuración de las facturas de servicios públicos quedó finalmente allanado. Tras el cierre de la consulta pública el pasado 20 de diciembre, el Poder Ejecutivo formalizó los lineamientos del nuevo sistema de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF). La medida, publicada este martes en el Boletín Oficial mediante la Resolución 592/2025, marca el fin de la transición y establece criterios de exclusión mucho más estrictos para los usuarios.
La nueva normativa elimina las tradicionales categorías N1, N2 y N3, simplificando el sistema en una división binaria: “hogares con subsidio” y “hogares sin subsidio”. Quienes ya integraban el antiguo registro (RASE) pasarán automáticamente al nuevo RESEF, aunque el Estado realizará auditorías constantes para verificar si cumplen con los requisitos de patrimonio e ingresos.
Las nuevas barreras para recibir el beneficio
El acceso a la asistencia estatal estará condicionado por un cruce de datos exhaustivo. Un hogar quedará excluido del beneficio, sin importar cuánto gane, si algún integrante cumple con estas condiciones:
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Vehículos: Poseer un auto con menos de 10 años de antigüedad (salvo personas con discapacidad).
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Propiedades: Ser titular de dos o más inmuebles.
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Consumos y lujos: Tener medicina prepaga (no vinculada al empleo), poseer embarcaciones o registrar consumos elevados en dólares.
Umbral de ingresos y la Canasta Básica Energética
El Gobierno también endureció el tope de ingresos. A partir de ahora, solo podrán solicitar el subsidio aquellos hogares que ganen menos de 3 Canastas Básicas Totales (CBT). A valores de diciembre de 2025, este límite se ubica cerca de los 3.640.000 pesos. Esta reducción del margen —que antes era de 3,5 CBT— provocará que un sector importante de la clase media pierda la ayuda estatal de forma inmediata.
El sistema se basará en el concepto de Canasta Básica Energética (CBE), que define un bloque de consumo mínimo necesario según la zona bioclimática de residencia. El Estado solo cubrirá el excedente cuando el costo de esa canasta supere un porcentaje determinado (entre el 10% y el 15%) del ingreso total del grupo familiar.
Reclamos por el acceso digital
Durante la etapa de participación ciudadana, diversas asociaciones de consumidores advirtieron sobre los riesgos de la digitalización absoluta del trámite. Solicitaron al Gobierno que garantice mecanismos de atención presencial para evitar que miles de hogares queden fuera del sistema simplemente por no tener acceso a internet o dispositivos móviles. Con el cierre de esta etapa, se espera que el nuevo esquema comience a impactar de lleno en las facturas durante el primer trimestre de 2026.

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