
En las últimas horas se conocieron detalles de una amplia investigación a una presunta banda narco que actuaba en Rosario con ramificaciones a la región y a otros países, realizada por la Fiscalía Federal 3, Procelac, Procunar y la Sección de Investigaciones Antidroga de la Gendarmería. Con ribetes ya inéditos para Rosario y la región, la causa podría seguir sumando impacto de acuerdo a la cantidad de nombres, de propiedades y empresas que van apareciendo vinculadas a la trama. RedBoing publicó este sábado un primer informe sobre el tema y lo que sigue es la segunda parte, con más datos sobre la red de lavado de dinero y la estructura de la organización.
La causa está bajo la órbita del juez federal Carlos Vera Barros y tiene ya 13 detenidos, también hay diez prófugos, entre ellos el líder de la organización, su esposa y su hijo, así como un abogado, el titular de una agencia de autos de alta gama y un colombiano que tiene pedido de captura de Interpol. Sobre el grupo pesa evidencia sospechada de haber tenido circuitos logísticos para traer droga a gran escala por tierra y por aire hasta el sur santafesino, desde Bolivia y de Paraguay. La investigación detectó numerosos domicilios donde presuntamente se almacenaba la cocaína. Y no se trataba de operaciones de narcomenudeo al estilo búnker y venta directa a los consumidores, sino que allí el estupefaciente se enfriaba para su posterior distribución. Así se llegó a departamentos en el centro de Rosario, casas en Funes y Roldán. Resta saber si el destino final de la sustancia era también el exterior del país.
En el capítulo de los cruces migratorios por tierra a Bolivia, aparecen dos nombres que se cruzan con otros de resonantes investigaciones previas por drogas. En el primer caso, se trata de uno de los detenidos durante los allanamientos que se hicieron en Álvarez: Darío Claudio D.M., titular de flotas de taxis que cruzó a Paraguay en un mismo auto que un hombre al que se lo procesó por encontrarlo con 391 kilos de cocaína Villa Gobernador Gálvez en 2021. En abril de 2020 a este empresario lo habían baleado y le habían dejado un mensaje: “Taxista Narco”. Aquella vez dijo que se habían equivocado de destinatario.
En el segundo, se trata de otro empresario que también cayó en la localidad santafesina de Álvarez y es titular de una empresa de colocación de pantallas LED también sospechada. Fue detectado pasando a Paraguay por el paso fronterizo de San Ignacio de Loyola con un proveedor mayorista de Los Monos condenado en 2014 por la justicia federal. ¿Casualidades?
El country golf del hangar narco
A Campo Timbó, un country con cancha de golf en Oliveros a pocos kilómetros de Rosario, la organización le alquiló un espacio para levantar un hangar propio, que fue allanado por Gendarmería a fines de octubre. La sospecha es que era utilizado para las avionetas propias de la banda, que al menos habrían sido tres. En septiembre pasado en una escucha judicial un reconocido aviador de Venado Tuerto con otro de los investigados sobre un viaje desde Santiago del Estero -donde buscaron alquilar una pista- en el que habían podido cargar 580 kilos, que se cree eran de cocaína. En ese hangar propio, las tareas de inteligencia detectaron a tres personas que estuvieron manipulando las avionetas. Se las siguió y en un control de rutina en una ruta zonal se los pudo identificar: eran de nacionalidad colombiano y estuvieron alojados en un hotel de Funes. El riguroso trabajo de los investigadores detectó que esas tres personas colombianas habían llegado al aeropuerto de Fisherton el 12 de octubre. Y hay escuchas judiciales en las que se sabe hasta quién los fue a buscar.
Una vez difundido el nombre del lujoso emprendimiento en Oliveros que aparece vinculado a esta causa, habló en medios de prensa regionales Carlos Garnero, titular del country. Dijo no conocer a ningún colombiano y trató de despegarse de las sospechas sobre el presunto hangar narco: “Vino esta gente, dos personas con buena presencia, se los veía con sus familias. Pequé de ingenuo. No les pedimos ninguna garantía porque más garantía que el hecho de que estaban haciendo una inversión ahí por un alquiler, si lo pagaban o no lo pagaban, no iba a cambiar. Se les caía el contrato. ¿Me entendés? O sea, jurídicamente era muy sencillo hacerlo. Yo soy un tipo bastante confiado, una persona bastante resolutiva para hacer una inversión. Cuando me gusta la gente no soy de andar averiguando mucho”, declaró.

Colombianos en vuelo de Oliveros a Paraguay
El 28 de octubre pasado, los investigadores detectaron a los mismos colombianos subiendo a la avioneta en el hangar de Campo Timbó, para salir hacia el norte. Un día después, se informaba que la misma aeronave volvía desde Paraguay y entraba al país por Formosa. Es así que rápidamente piden la orden de allanamiento, para precipitar la búsqueda.
Ese día, a fines del mes pasado y en Oliveros, se encontró dinero en pesos y dólares estadounidense, además de varios teléfonos celulares, algunos de los cuales estaban escondidos en el hangar. Y se decidió inspeccionar la avioneta con un perro antinarcóticos que tuvo signos de excitación y mordió el mando de la aeronave, que para los peritos de la GNA es signo de olor residual de estupefacientes. Lo mismo hizo el perro con una salida de aire, el marco de la puerta del acompañante, un bolso con la leyenda “David Clark” y unos guantes de tela que habían quedado ariba del tablero.

Pizzería, una constructora, taxis y hasta un teatro: ¿Maniobras de lavado?
En estos tres años de trabajo, la investigación a cargo de la Fiscalía Federal 3, de Adriana Saccone, la PROCELAC a cargo de Juan Agustín Argibay y la PROCUNAR con trabajo de Diego Iglesias y Matías Scilabra no sólo hizo tareas en el tertitorio con apoyo de cuerpos especiales de la Gendarmería, sino que consiguió hacer escuchas judiciales y articuló cuantiosos datos de empresas que podrían haber servido para lavar a lo obtenido por la organización mediante la venta de drogas. El proceso judicial, cabe recordar, está además bajo la órbita del juez federal Carlos Vera Barros, que ordenó los allanamientos a fines del mes pasado.
Entre las firmas vinculadas hasta ahora a la investigación aparece una planta de biodiesel que se levantó en Gálvez, pero luego fue mudada a Álvarez. También una constructora con sede en Roldán, departamentos, una pizzería en Echestortu, otra en barrio Agote y dos flotas de taxis (Remitaxi y Taxideral).
En la misma línea, la de encontrar negocios lícitos mediante los cuales sumar facturación que esconda el orígen del poderío económico de la banda, se llegó a una firma que vendía autos de alta gama por Facebook (Portillo Usados Exclusivos). Los vehículos eran guardados en una cochera de Corrientes al 300.
A través de un presunto testaferro, a través de un testaferro el líder de la organización habría conseguido comprar a sus dueños originales en 2018 el teatro Vorterix, de Salta y Cafferata. Quien apareció como gerente comercial de la reconocida sala teatral rosarina fue Germán U., empresario detenido a fines de octubre en el marco de esta causa en el barrio privado Brisanova, de Pueblo Esther.
En una de las conversaciones que tiene la justicia, un vehículo ploteado con el nombre de la sala tiene problemas de tránsito y aparece un diálogo del que fungía como gerente de Vorterix con un inspector de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Allí le preguntan por quien aparece en la cédula verde del vehículo -que coincide con el nombre del presunto jefe de la banda narco, actualmente prófugo- que no figura en la composición societaria del teatro. Sin saber que lo estaban escuchando, quien se había mostrado públicamente como el comprador de Vorterix le dice a su interlocutor: “Es mi socio”. En otra escucha, refiriéndose a ese mismo Brian B. y hablando con alguien de su confianza, Germán Antonio U. dice: “Él no figura en ningún lado porque es un fantasma. Los que están conmigo en la sociedad son todos fantasmas”.
Paola Vanesa A., pareja de quien sería el jefe de la banda y también prófuga habla en 2022 en otra escucha que tiene la justicia de que había que conseguir alguien que pudiera dar su nombre para habilitar una pizzería nueva que iban a abrir en la esquina de Mendoza y Vera Mujica. En los mismos meses se abría una sucursal de esa cadena en barrio Agote. En Instagram, la misma mujer exhibió en su perfil viajes a Bahamas, Miami o las Islas Malvinas, a pesar de no tener registrada ninguna actividad laboral.

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