Tras el anuncio del cierre de la planta de Whirlpool en Pilar, el secretario de la Federación Industrial de la Provincia de Santa Fe (FISFE), Walter Andreozzi, analizó en Río Extra Primera Mañana de Río 96.9, la difícil situación que atraviesa la industria local y nacional. Andreozzi aseguró que, si bien el caso de la multinacional visibilizó la crisis, los despidos en Santa Fe vienen ocurriendo bajo la modalidad de “goteo” desde hace casi dos años.
“Lamentablemente, tuvimos un día negro en cuanto a visibilización de este tipo de noticias. No nos sorprende, se fue dando bajo otro formato durante el 2024-2025, con achicamiento de planteles laborales a partir del cambio del modelo económico”, comentó Andreozzi.
El secretario de FISFE explicó que el conflicto no se manifestó en la calle porque la mayoría de los casos se resolvieron a partir de “renuncias negociadas” y retiros voluntarios, donde cada trabajador terminó cobrando su indemnización, aunque vio afectado su futuro laboral.
Andreozzi diferenció la situación de una multinacional como Whirlpool de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de capitales nacionales. Sostuvo que las multis toman “decisiones estratégicas” muy rápidas:
“Claramente es muy fácil cerrar la producción en Argentina e importar desde Brasil. Producen un poquito más allá, un excedente de producción, lo suben arriba un camión y lo ponen en el mercado argentino. Las pymes no tienen esa alternativa, también por su arraigo territorial”, detalló Andreozzi.
Al analizar la situación de Santa Fe, el dirigente señaló que la multiplicidad de sectores, si bien es una fortaleza, se convierte en una debilidad ante la crisis. El sector de la industria metalúrgica está altamente complicado, con más de 30 empresas asociadas a la Cámara de Rosario que ya tienen convenios de suspensión. El sector de línea blanca también sigue la misma tendencia, al igual que la industria textil, que se ve afectada por las nuevas importaciones.
Respecto al reclamo de las pymes por una reforma laboral que desaliente la “industria del juicio”, Andreozzi consideró que es fundamental modernizar el derecho laboral en Argentina. Hizo una analogía sobre la antigüedad de la Ley de Contrato de Trabajo, que data de 1974, para ejemplificar la desactualización. “Tenemos la misma ley laboral. Con lo cual, tenemos que modernizarla. Ahora, ese proceso necesariamente requiere de consensos mínimos con el sector sindical“, advirtió.
Andreozzi remarcó que cualquier reforma laboral que se instrumente por mayorías coyunturales solo aumentará la conflictividad y la litigiosidad. Concluyó que tanto la reforma laboral como la impositiva son herramientas que deben trabajarse, pero “no van a ser la solución per se a una situación de crisis como la que estamos charlando”.
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