Tres ex militares norteamericanos confesaron en el Capitolio durante la jornada de ayer haber encontrado “restos biológicos no humanos” en el marco de un programa secreto del gobierno, que viene estudiando hace décadas las actividades extraterrestres. Sus testimonios fueron celebrados por la comunidad ufóloga argentina.
David Grusch, mayor retirado, había hecho sus revelaciones públicas hace casi dos meses. El ex funcionario afirmó que las autoridades estadounidenses recuperaron una aeronave no humana y que dentro de ella había restos biológicos no humanos. Por ese motivo, la congresista Nancy Mace le preguntó: “¿Usted cree que nuestro gobierno ha mantenido contactos con inteligencia extraterrestre?”.
“Es algo que no puedo discutir en público”, respondió Grusch. “Como lo dije públicamente en mi entrevista con News Nation, encontramos restos biológicos cuando recuperamos esas partes (de la aeronave)”, respondió el ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea.
Sin embargo, el Pentágono negó lo expuesto por Grusch respecto de un encubrimiento. En un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, dijo que los investigadores no han descubierto “ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que haya existido en el pasado o exista actualmente algún programa relacionado con la posesión o la ingeniería inversa de materiales extraterrestres”.
Silvia Pérez Simonidi, investigadora y titular del Museo del OVNI, señaló en diálogo con Nacho Russo que se trata de un “día más que importante para nosotros los ufólogos”.
“Es una enorme alegría. Faltaba que abrieran esta puerta tan importante para la humanidad. Tres oficiales de inteligencia juraron ante representantes tener objetos no humanos. Son extraterrestres y hoy ya nadie lo puede negar”, continuó en Todo Pasa.
Asimismo, destacó que los ex funcionarios “acusan al Gobierno de los Estados Unidos de ocultar la información durante más de 70 años”. Y concluyó: “Uno se ha guardado cosas muy dolorosas y que hoy deberán redimirse. Nosotros hemos puesto alma y corazón al tema y no estábamos locos. Esto ya habla de que Estados Unidos se va a ver obligado a informar”.
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