Hace solo unas semanas, la reubicación de las Historias Destacadas se convirtió en una de las decisiones más controvertidas de Instagram. Hoy, la presión de los usuarios revirtió la medida: la plataforma decidió devolver estos contenidos primordiales a su ubicación original, justo debajo de la biografía.
Para millones de usuarios, esta función no es un adorno, sino la carta de presentación de su perfil digital. Funciona como el escaparate principal que define perfiles personales, marcas y negocios.
Por eso, la comunidad criticó fuertemente que la plataforma de Meta decidiera, de forma unilateral, tocar algo que funcionaba a la perfección. La empresa había trasladado los íconos de su posición privilegiada a una pestaña secundaria e independiente, marcada con un corazón.
Por suerte, la compañía decidió dar marcha atrás con el rediseño. La noticia se confirmó tras una implementación progresiva que generó una oleada de frustración y enfado que rara vez se ve con tanta intensidad en la esfera digital.
Los usuarios, que durante años habían confiado en esta herramienta para condensar su identidad, almacenar sus recuerdos u organizar su catálogo de servicios en una hilera de círculos inmediatamente visibles, vieron cómo su esfuerzo quedaba relegado a un segundo plano.
La visibilidad de un elemento que actuaba como un “imán de clics” se reducía drásticamente, obligando al visitante del perfil a realizar un paso adicional para acceder a información crucial.
Instagram había justificado el cambio con la excusa de consolidar el consumo de video corto, imitando el estilo de su competidor principal, TikTok. Además, se sumó la complicación de que, al subir una historia, la misma aparecía en la cuadrícula principal a menos que se configurara una a una para evitarlo, emborronando el perfil de millones de usuarios.
La vuelta de las Historias Destacadas a su ubicación tradicional bajo la biografía es una victoria para la comunidad. Este paso atrás no solo restablece la funcionalidad clave, sino que sirve como recordatorio de que, incluso en el ecosistema de gigantes tecnológicos, la voz del usuario sigue siendo un factor decisivo en la evolución del diseño de producto.
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