En la Annunciation Catholic School, ubicada en la zona sur de Minneapolis, Minnesota, un hombre atacó a balazos a un grupo de alumnos mientras estaban en misa: dejó un saldo de 17 heridos y dos niños muertos. El tirador, vestido de negro, se suicidó tras el episodio, mientras que las autoridades confirmaron que las víctimas fatales tenían entre ocho y diez años.
El hecho comenzó alrededor de las 8:45 de la mañana (horario local), cuando el agresor -armado con un rifle, una escopeta y una pistola- disparó desde el exterior a través de las ventanas de la iglesia. En ese momento, la escuela había programado la ceremonia para todo el colegio, en el marco del primer día de clases tras el receso de verano.
Una vez notificadas las autoridades, el operativo incluyó agentes del FBI, la Patrulla Estatal de Minnesota y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos. La policía había establecido la calle 525 W. 54th St como punto de reunificación para padres y estudiantes, al tiempo que los vecinos detectaron múltiples detonaciones.
Tras el tiroteo, la policía local informó que el sospechoso actuó solo y que no existe una amenaza activa para la comunidad. “Esto fue un acto deliberado de violencia contra niños y otras personas que celebraban su culto“, declaró el jefe policial local, Brian O’Hara, quien también dio a conocer que el criminal se suicidó de un disparo en el estacionamiento del edificio.
Por otro lado, constataron que 14 de los 17 heridos son menores de edad, mientras que dos de ellos están en grave estado.
En tanto, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, calificó el ataque como “atroz” e hizo hincapié en que “estos chicos estaban literalmente rezando“. A su vez, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, lamentó la tragedia y pidió oraciones por las víctimas.
Fundada en 1924, la Annunciation Catholic School atiende desde nivel preescolar hasta octavo grado. La comunidad educativa quedó conmocionada en lo que debía ser el inicio del ciclo lectivo. Incluso una madre, en diálogo con medios locales, denunció que su hijo tuvo que ver “cómo le disparaban a su compañeros”.
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