A partir del día de hoy rige en todo el país un paro de controladores aéreos, por el cual Aerolíneas Argentinas debió reprogramar 101 vuelos, afectando a más de 12 mil pasajeros. En Rosario cuatro servicios fueron alcanzados y fueron adelantados a la hora acordada previamente.
Por medio de un comunicado, la empresa de bandera nacional indicó: “Debido a las medidas de fuerza anunciadas por ATEPSA (Asociación de Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación, los vuelos de la compañía podrán verse afectados por eventuales reprogramaciones en los días sucesivos”.
En el Aeropuerto Islas Malvinas de Fisherton, la medida de fuerza alcanzó a los vuelos 1700, 1712, 1678 y 1689 que partían desde la ciudad hacia Aeroparque, Mendoza y Bariloche. El primero de ellos, que debía llegar desde Buenos Aires a las 10:25, lo hizo a las 10:05.
El segundo, que partía hacia Mendoza a las 11:45, se reprogramó para las 10:45. El vuelo 1688, que hacía el mismo recorrido que el 1700, arribó a las 11:45, en lugar de a las 13:05 horas, como estaba estipulado.
Los pasajeros fueron informados de las complicaciones mediante un mail enviado por Aerolíneas Argentinas. En la misma línea, desde la compañía pidieron revisar periódicamente la correspondencia virtual para confirmar el estado del vuelo adquirido.
Pablo Ceriani, titular de la aerolínea dijo que la protesta es “irracional e irresponsable”. Y añadió: “Este tipo de medidas echan por la borda buena parte del esfuerzo que todos los actores de la industria venimos haciendo para sostener la operación y los puestos de trabajo en un contexto tan difícil como fue el de los últimos dos años. Esperamos que la medida sea revisada y que no afecte el fin de semana largo de carnaval que es una fecha muy importante para la industria turística del país”.
“Las medidas de fuerza anunciadas por los controladores aéreos, en medio de esta exitosa temporada de verano, no sólo perjudican a miles de pasajeros sino también a toda la industria turística que espera la llegada de más visitantes”, concluyó Ceriani.
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