El pueblo de Seine-Port, situado en el área de Seine-et-Marne al sur de París y con una población de menos de 2.000 personas, se ha declarado en contra de los smartphonesy de las pantallas en general. La localidad aprobó un referéndum una medida que prohíbe el uso de teléfonos celulares en la calle y que limita el acceso a pantallas de los más jóvenes.
En el referéndum también se aprobó una medida para regular el uso de pantallas de los niños. De acuerdo con la misma, no pueden tener acceso a ellas por la mañana, no pueden tenerlas en sus habitaciones, no pueden usarlas antes de ir a dormir, ni durante las comidas.
También hay consecuencias para los adolescentes. Si sus padres firman un acuerdo de no darle a su hijo ninguna clase de teléfono antes de los 15 años, será el propio ayuntamiento de Seine-Port el que le dé al niño un teléfono que sólo sirva para llamar y enviar mensajes de texto tradicionales cuando cumpla la edad requerida.
El presidente Macron dijo que consultaría a expertos científicos para determinar “un mejor uso de las pantallas” de cara a niños y adolescentes, lo que sugiere que este tipo de prohibiciones pronto se extiendan a todo el país.
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