Este 8 de mayo, en el marco de la festividad de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, la Iglesia Católica vive un momento histórico: la elección del cardenal Robert Prevost como nuevo Papa. La coincidencia de ambas fechas le otorga un fuerte tinte simbólico a esta jornada de fe.
La Virgen de Luján fue coronada canónicamente el 8 de mayo de 1887 por el Papa León XIII, quien también bendijo la corona que hoy representa su rol como madre espiritual y protectora del pueblo argentino. Desde entonces, esta fecha se transformó en una celebración nacional, que convoca a miles de fieles en su santuario en la provincia de Buenos Aires.
Este año, la tradicional conmemoración adquiere una dimensión especial con la designación del cardenal Robert Prevost como sucesor de Pedro. De origen estadounidense pero con una extensa trayectoria pastoral en América Latina, Prevost ha demostrado un fuerte compromiso con los pueblos del sur del continente, lo que genera grandes expectativas en la región.
Para muchos creyentes, no es casual que su elección haya coincidido con el día de la Virgen de Luján. Algunos lo interpretan como una señal de esperanza y renovación para la Iglesia, en un momento donde se busca fortalecer los lazos con América Latina y escuchar más de cerca las voces del continente.
En cada rincón del país, los fieles elevaron hoy sus plegarias a la Virgen, pidiendo por el pontificado que comienza y por un camino de unidad, paz y compromiso con los más necesitados. Entre la emoción de la elección papal y la devoción a Luján, este 8 de mayo quedará marcado como un día de profunda trascendencia espiritual.
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