
Luego de semanas de conflicto y audiencias en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, la histórica fábrica de cosechadoras Vassalli y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) alcanzaron un acuerdo que permitirá que más de 280 empleados retomen sus tareas a partir del próximo lunes, aunque con jornadas reducidas a media jornada.
El entendimiento, que regirá por un plazo de seis meses, contempla además un plan de pagos por deudas salariales: cada trabajador recibirá un pago inicial de 500.000 pesos y el resto será cancelado en cuotas a lo largo del período establecido. El monto podrá actualizarse en función de la salida y comercialización de maquinarias, proceso que será supervisado por un veedor designado por el Ministerio de Trabajo provincial.
“Lo más importante de todo es que el lunes la empresa va a estar abierta, que es lo que queríamos todos. Se hizo mucho esfuerzo y el punto central del acuerdo es que estén los 280 trabajadores adentro”, destacó Pablo Cerra, abogado de la UOM Rosario, tras la audiencia.
El representante sindical reconoció que, para llegar a este entendimiento, “los trabajadores han resignado muchos derechos” en función de la crítica situación económica que atraviesa la firma. “El gremio ponderó fundamentalmente la conservación de los puestos de trabajo y respetó la voluntad de los trabajadores, que aceptaron casi por unanimidad”, señaló Cerra.
En cuanto a las condiciones laborales, el acuerdo establece que las tareas se retomarán con jornadas de cuatro horas diarias, mientras que la compañía define la modalidad y horarios específicos según su esquema productivo.
Uno de los puntos destacados del convenio es la incorporación de un veedor permanente por parte del Ministerio de Trabajo, que se encargará de monitorear no solo el cumplimiento de los compromisos asumidos, sino también la operatividad, la preservación y la continuidad de los puestos laborales.
“Hay una gran crisis de confianza mutua y creemos que es vital recobrarla, porque si no se confía en los interlocutores es difícil seguir adelante. Es mucho más importante eso que otras cuestiones”, reflexionó Cerra.
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