Este miércoles comenzó la audiencia para imputar a 14 integrantes de una banda vinculada con el narcomenudeo en Rosario que hacía sus operaciones por Mercado Pago y a la que estaban vinculados varias integrantes de una misma familia. La investigación fue del fiscal César Pierantoni y para concretar las detenciones se realizaron 40 allanamientos el viernes de la última semana. De acuerdo a lo planteado por el funcionario judicial en audiencia, se le atribuyó a Agustina Belén Berlari, Karen Alejandra Berlari, Melani Anahí Berlari, Lucas Yoel Stankevicius, Cristian Andrés Fredes, Iván Ezequiel Álvarez, Hernán Darío Deacosta, Lidia Beatriz Franco, Gisela Verónica Franco, Sandra Lorena Franco, Horacio Roque Franco, Rosa María Franco y Cecilia Soledad Bustos, junto a Alan Lionel Iramaz, apodado “Pacha” (quien al momento de los hechos contaba con 17 años de edad), haber comercializado material estupefaciente directamente al consumidor, al menos desde diciembre del año pasado.
El trabajo de la Unidad de Microtráfico del MPA de Rosario -a cargo de Franco Carbone- fue el prolegómeno de lo que se conoció hoy en audiencia. El fiscal presentó evidencia sobre los roles de cada uno de los integrantes del grupo criminal: Agustina, Karen y Melani Berlari, en el período mencionado, ejercieron la administración de los puntos de venta ubicados en calle Alzugaray 902 y 928 de la ciudad de Rosario, ocupándose principalmente de la adquisición, fraccionamiento y gestión del traslado del material estupefaciente, así como del contralor de las ventas efectuadas por Rosa María Franco, Sandra Lorena Franco y Gisela Verónica Franco, quienes fueron designadas por ellas para llevar a cabo dicha actividad. Para el desarrollo de las referidas funciones, las hermanas Berlari contaban con la colaboración de Hernán Darío Deacosta, apodado “Berti” -pareja de Karen Berlari-, y Horacio Roque Franco, quienes se encargaban del traslado de la sustancia fraccionada entre los distintos puntos de venta. Asimismo, Lidia Beatriz Franco participaba en el fraccionamiento, armado y preparación de las dosis de material estupefaciente, que posteriormente eran comercializadas por las integrantes de su núcleo familiar. Iván Ezequiel Álvarez, además de colaborar con la ejecución de dichas tareas, tenía a su disposición armas de fuego, y oficiaba de intermediario entre su pareja, Agustina Berlari, con Stankevicius e Iramaz para la adquisición, guarda y traslado del estupefaciente. El material estupefaciente que se comercializaba -principalmente clorhidrato de cocaína era abastecido periódicamente por Lucas Yoel Stankevicius y Cristian Andrés Fredes, con quienes Agustina Berlari se comunicaba para acordar tanto la forma de entrega, como el precio y la modalidad de pago.
Entre Agustina y Karen Berlari, de acuerdo a los datos del MPA, recibieron en los meses que duró la investigación casi dos mil transferencias por casi 60 millones de pesos. La venta de droga era desplegada bajo dos modalidades diferenciadas. Por un lado, había operaciones directas al consumidor, detecatadas en varios domicilios allanados. Además, había paquetes “al mayorista” para terceros que lo fraccionaban y comercializaban, sin rendición de cuentas. La audiencia continuará este jueves 2 de octubre.
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