El seleccionado Sub 20 de waterpolo fue noticia a fines de julio. La comitiva había recibido la espalda de parte de la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos, al ser notificados que no existía una partida de dinero para que viajaran al mundial de la categoría en Praga, República Checa.
En 2019, los jóvenes participaron del Sudamericano para la promoción 2001 en Iquique, Chile, donde cayeron por penales ante Brasil. El siguiente paso fue conseguir una plaza en los Panamericanos en Toronto, Canadá. La competición tenía fecha para 2020, pero por la pandemia debió suspenderse. Por ese motivo, se decidió que el equipo clasificara al Mundial 2021 a disputarse en Buenos Aires.
La situación sanitaria en el país se les vino como una ola encima y llegó un nuevo revés. “En junio nos dijeron que por la cuestión sanitaria en el país no se iba a hacer en Argentina y que finalmente se va a jugar en Praga”, contó a RedBoing Ignacio Setti, integrante del plantel. En ese sentido, añadió: “Cuando pedimos el presupuesto a la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos nos dijeron que no había para nosotros, que solo podían cubrir los viajes de los entrenadores”. Y que lo que se había destinado para ellos en 2020, “se utilizó para sanidad, que cada uno iba a tener que pagar sus cosas”.
En ese momento comenzó una carrera contrarreloj para juntar los 40.000 dólares que costaba llevar a todos los integrantes a la República Checa y una de las primeras ideas que surgió fue la de vender alfajores. “Nos sentimos defraudados. Para nosotros el fundamento que nos dieron, de que el presupuesto fue destinado a sanidad, fue una excusa. Si me decis que antes de la pandemia recibimos apoyo lo puedo creer, pero la realidad es que nunca recibimos nada”, había expresado el joven.
Pero la campaña tomó masividad y llegó la mano de Santi Maratea junto a la de otros sponsors. El influencer acompañó a los jugadores en su sueño de viajar a representar a la Argentina y finalmente lo pudieron lograr. A Praga los waterpolistas Sub 20 llegaron con una fuerza especial, la de haber sobrellevado la espalda de una Confederación Nacional.
A eso se le sumó caer en una suerte de “grupo de la muerte”, con potencias. Los argentinos chocaron con Croacia, Rusia, Italia y Uzbekistán, culminando cuartos con dos puntos. A pesar de eso, pudieron recuperarse y terminar en la decimotercera ubicación del torneo, algo histórico para el waterpolo argentino.
“Estamos muy contentos por el resultado como para el torneo que hicimos. Quedar en este puesto es algo que nunca se había logrado. Con un grupo más accesible, seguramente hubiéramos terminado en un mejor ranking”, destacó Ignacio. Y añadió que nunca se vieron superados ampliamente.
Por otro lado, en diálogo con RedBoing remarcó: “Estamos todos muy agradecidos con todos los que nos dieron una mano. Sin ellos todo esto hubiera sido imposible. Santi Maratea fue fundamental para la recaudación”. Y concluyó: “Esperamos que esto marque un quiebre en lo que es el waterpolo argentino. Que esta difusión haga que distintos organismos y la Confederación de Deportes Acuáticos acompañe a todos y a las generaciones que van a venir”.
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