El ministro de Educación de Santa Fe, José Goity, habló con el equipo de Antes de Todo en Radio Boing sobre los resultados de la primera evaluación provincial de comprensión lectora, realizada en noviembre de 2024. La prueba abarcó a 50.402 estudiantes de segundo grado de escuelas públicas y privadas de toda la provincia y arrojó un dato preocupante: solo uno de cada cuatro logró un nivel adecuado de lectura.
El ministro explicó que se trató de una prueba de fluidez lectora: “Asumimos que es algo fundamental para después poder tener la comprensión. Si un chico no lee fluidamente, no puede comprender”.
El titular de la cartera educativa reconoció que la situación ya era preocupante antes de esta evaluación: “También estamos trabajando en el plan Raíz para revertir esta situación que ya sabíamos que era grave, porque las pruebas ‘Aprender’ lo vienen marcando, porque todos nosotros lo vemos con nuestros hijos, con nietos, amigos. Nos pasa en la facultad cuando llegan los alumnos con mucho déficit, nos pasa en el secundario cuando también tienen mucha dificultad”.
Goity subrayó que aprender a leer y escribir debe ser una prioridad dentro del sistema educativo: “Es algo básico. No digo que es sencillo, pero es básico. Y se tiene que hacer en el momento que corresponde. Para muchos chicos es su única oportunidad de alfabetizarse la escuela. Y eso se tiene que dar en primer y segundo grado. Lo podemos estirar porque cada chico tiene su tiempo, hasta el primer ciclo de la primaria o el tercer grado. Después ya es muy difícil que se recupere lo que se perdió en ese momento de la escuela”.
Y agregó: “No debería ser tan complejo en un sistema educativo, que es muy potente, que tiene muy buenos docentes”.
Según Goity, la escuela perdió de vista su rol principal: “Creo que en la escuela fuimos abandonando el foco de los aprendizajes y empezamos a echar otras responsabilidades que no son de la escuela, como por ejemplo la pobreza, que en familia no se lee, cuestiones de vulnerabilidad que son ciertas, porque no hay que negarlas con ningún punto de vista, pero que no impiden a un chico aprender a leer y escribir. Al contrario, es fundamental que aprenda”.
El ministro también cuestionó: “Se crearon prejuicios ideológicos que no tienen ningún fundamento. Por ejemplo, que leer en voz alta estigmatiza, cuando en realidad si yo no llevo adelante esos ejercicios, lo estoy ignorando, lo estoy ocultando. No leer en voz alta tiene dos problemas. El primer problema es que hay chicos que van pasando, que tienen déficit severo de lectura y no los detectamos. Y después que la lectura en voz alta implica todo un aprendizaje, implica una mejora, implica exponerse, pero exponerse en el buen sentido, exponerse para que nos marquen los errores, exponerse para mejorar”.
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