“Se decidió por unanimidad que las ciudades no realizarán el carnaval por respeto a las víctimas de la Covid-19 y por el temor a una nueva ola” de la enfermedad, afirmó el alcalde de Guariba, Celso Romano. Aunque la tasa de ocupación en los hospitales son bajas y las cifras de contagios son esperanzadoras en comparación a las de hace meses, las autoridades municipales siguen siendo prudentes. Ante el miedo a que las celebraciones puedan derivar en un aumento de los casos positivos y las muertes, la ciudad de San Pablo estableció un cronograma para analizar la situación y capitales de otros estados, como Salvador (Bahía), Belo Horizonte (Minas Gerais), Recife (Pernambuco) y Río de Janeiro (Río de Janeiro), apuntaban a crear comités de seguimiento.
Por último, algunas ciudades explicaron que su situación económica les impide afrontar la inversión que supone poner en marcha el carnaval. A su vez, la Secretaría de Estado de Desarrollo Regional de Sao Paulo señaló que las ciudades pueden decidir sobre si celebran el evento, o no, sin necesidad de informar a la administración estatal.
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