Mientras el coronavirus y sus diferentes cepas vuelven a avanzar en Europa, con un crecimiento sostenido en las últimas semanas, el fútbol no queda ajeno a esta situación. Un claro ejemplo de eso es lo que ocurrió este fin de semana en Portugal, donde el partido entre Belenenses y Benfica por la Primeira Liga debió ser suspendido por inferioridad numérica, por un brote de Covid en el equipo local.
Si bien en la previa se barajó la posibilidad de suspender el partido, ya que Belenenses tenía 13 jugadores aislados, además del entrenador, su ayudante y otros dos miembros del cuerpo técnico, finalmente el encuentro debió disputarse igual, aunque no llegó a completarse.
El propio presidente del Benfica, el ex jugador Rui Costa, fue de los primeros en reaccionar: “Los dos clubes fueron obligados a jugar”, afirmó en rueda de prensa tras el encuentro.
Afectado por los jugadores aislados, el local salió a la cancha con sólo 9 futbolistas: dos de ellos arqueros (uno fue al arco y otro al lateral izquierdo), tres jugadores del equipo principal y seis del Sub 23. Así, pudieron disputar la primera parte, que terminó con una contundente goleada 7-0 del Benfica.
En el segundo tiempo, el equipo salió con siete jugadores a la cancha y, tras un minuto de juego, un futbolista acusó una lesión y, al no llegar al mínimo de jugadores permitido para disputar un partido, finalmente el árbitro decidió suspenderlo.
Es “una página negra en el fútbol nacional”, volvió a reclamar un indignado Rui Costa en la conferencia.
¿POR QUÉ LA LIGA NO APLAZÓ EL PARTIDO?
Una de las incógnitas se centra en saber por qué la Liga Portugal o las autoridades de la Dirección General de Salud (DGS) lusas permitieron que se disputara el encuentro.
Según el diario A Bola, fuentes de la Liga Portugal aseguraron que Belenenses no pidió formalmente la suspensión del encuentro, aunque, según la misma fuente, sí hubo una solicitud telefónica por parte del club.
De momento, la Liga Portugal no se ha pronunciado ni ha emitido comunicado alguno sobre la celebración del encuentro. El presidente del Belenenses, Rui Pedro Soares, afirmó tras el encuentro que sí le habían comunicado a Liga Portugal que no querían disputar el partido.
Según Soares, la Liga le respondió que tenían “ocho jugadores en condiciones de ir al partido”, por lo que si no se presentaban, cometían una irregularidad. “Lo que aconteció fue una gran vergüenza, no hay reglamento ni calendario que justifiquen lo que aconteció”, sentenció el dirigente.
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