Ángel Correa llegó a Qatar en las últimas horas después de ser convocado de urgencia por Lionel Scaloni tras la salida de Joaquín Correa y ya se entrena bajo las órdenes del entrenador. En ese contexto de felicidad por haber sido citado, el padrino del delantero del Atlético Madrid dialogó con Lo Mejor de Todo, por Radio Boing, donde dio detalles íntimos de lo sucedido.
“Teníamos una especie de amargura, de malestar, pero finalmente llegó la alegría. Explotó la ciudad, me llegaban mensajes de todos lados. Teníamos la tensión de no saber nada, pero es todo muy emocionante. A mi me costó dos días asimilar que no haya estado en la lista, él también, pero me explicó que entendía que era una decisión del entrenador”, comenzó detallando César.
Además, explicó: “Yo me enteré cuando me empezaron a mandar mensajes felicitándolo a Ángel. Me llamó una hija para preguntarme si era verdad y yo no sabía. Él estaba jugando un picado descalzo en una canchita de barrio Las Flores cuando lo llamaron para que vaya al Mundial. Cuando llegó a Rosario fue directamente a la casa de la abuela, por eso estaba ahí”.
“Es muy larga la historia de vida de él, toda la adolescencia viviendo en una pensión de San Lorenzo, con la muerte del padre cuando todavía era un nene. Hace desde los cinco años que soy prácticamente como el papá. Ángel estaba muy dolido con todo esto, yo quería que se quede en España para despejarse pero lo primero que hizo fue volver al barrio”, agregó.
En cuanto al momento de enterarse que finalmente iba a estar en la Copa del Mundo, César expresó: “La abuela me contó que primero lo escondió, no le dijo a nadie. Después de un rato lo puso en el grupo de la familia y no sabíamos si era verdad o si está jodiendo. Lo acompañaron dos amigos del barrio hasta el Aeropuerto”.
“Quiere venir a Central, me lo dijo varias veces, pero todavía es muy pibe, tiene 26 años recién. A veces me carga diciéndome que yo quería hacerlo hincha de Boca cuando era chico”, finalizó.
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