Personal policial de la Unidad Regional II, en trabajo conjunto con la Secretaría de Control y Convivencia de la Municipalidad de Rosario, procedieron a inspeccionar diferentes locales de compra y venta y/o chatarrerías, en distintos puntos de la ciudad. Estas acciones se dieron, entre otras cosas, por los múltiples casos de robos de cables y metales registrados en la ciudad en las últimas semanas.
Como resultado se clausuraron seis de ellos por diversas irregularidades, principalmente por falta de habilitación y condiciones de seguridad. Las inspecciones llegaron luego que las empresas de servicios públicos, como Aguas Santafesinas, Litoral Gas y la EPE, denunciaran el aumento de robos sufridos de cables y medidores.
Los operativos se realizaron en el marco de investigaciones por prácticas delictivas que continuarán adelante. Las clausuras se llevaron a cabo en Medici al 4700, Santa Rosa de Lima 200, Pavon 4800 y Blandengue al 900, Ayolas 300 y Garibaldi 2100. Sus propietarios quedaron a disposición de la justicia.
Los usuarios elevaron ya una serie de denuncias por los hechos de robos. Otros, llegaron a colocar enrejados a las casillas o bloquear los medidores con cemento. Sin embargo, el robo de cables en distintos barrios de la ciudad se ha vuelto incontrolable y por ello, solo hay imputadas 3 personas en situación de calle.
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