Paulo Milanesio se recibió de ingeniero civil en la Universidad Nacional de Rosario a fines de 2008 pero después de ejercer la profesión, se dio cuenta que su vocación estaba en otra parte. Por eso, emprendió un viaje hacia Barcelona, ciudad en la que descubrió que podía aplicar sus conocimientos técnicos a la ayuda humanitaria.
En medio de una búsqueda personal, se unió a Médicos sin Fronteras, una organización que interviene en conflictos bélicos y asiste a poblaciones en epidemias o desastres naturales. En ese marco, emprendió en las últimas semanas a Ucrania para brindar ayuda humanitaria ante la invasión rusa comenzada el 24 de febrero de 2021.
“Van 175 desde que empezó la guerra y aún somos testigos de consecuencias brutales. El conflicto sigue estando activo. Si bien al principio estaba todo el país más alerta y ahora las zonas bélicas son el este y el sur, hay espacios que Rusia ya ha controlado”, destacó en Antes de Todo de Radio Boing.
En diálogo con Gabriel Pennise, Milanesio detalló que “hay un sistema de alarmas antiaéreas que suenan en todo el país cuando se corre el riesgo de un ataque”. Y añadió: “En cualquier momento y en cualquier lugar puede haber un bombardeo”.
El integrante de Médicos Sin Fronteras dio cuenta de la baja en la ayuda de voluntarios respecto a los primeros meses de guerra, “tirando mucho con la gente local”. Además, se refirió a la situación de los migrantes, quienes “cuando logran escapar de una zona de guerra salen con lo que tienen puesto”.
“No tienen ni elementos para cocinar. Es verdad que al principio tenían algún ahorro, pero ahora ya se han terminado y no tienen trabajo”, afirmó desde Ucrania.
Paulo reveló que junto a la entidad que brinda ayuda humanitaria estuvieron trabajando en las zonas cercanas a la línea de combate con un proyecto para reducir el volumen de pacientes atendidos en los hospitales. “Con un sistema de referencia a través de un tren o una ambulancia, quienes reciben el alta son llevados a zonas más tranquilas para que continúen con su rehabilitación”, apuntó.
“Hay pueblos que quedan atrapados en la guerra. Estamos negociando con los gobiernos para poder ingresar y ayudar a esas personas que están viviendo en sótanos”, comentó. Y continuó: “Ahora se viene el invierno y es más crudo. La gente no tiene techos, no tiene ventanas ni dinero. Hay lugares donde se llegan a los -10°”.
Para concluir, Milanesio dijo que no tienen fecha de salida del país, “intentando llegar a quienes más lo necesitan”. Y adelantó que “Médicos Sin Fronteras están trabajando en la salud mental de la población”. “La gente está con miedo, no puede sentir ningún ruido porque les recuerda los bombardeos”, explicó.
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