El conflicto con los neumáticos se extiende a lo largo y ancho del país. Y Rosario no está exenta. Iniciado en la pandemia y acelerado en los últimos meses, las tres empresas productoras de gomas en la Argentina detuvieron su producción y no se conoce si continuarán con sus operaciones en el territorio.
Los problemas en la elaboración de cubiertas tienen tres aristas importantes, que han logrado que la situación llegara a un punto límite. La más importante, dicho por los propios productores y sus respectivas distribuidoras, es la sindical, con el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) en pie de guerra.
El gremio identificado con el Partido Obrero reclama que se revea la paritaria 2021-2022, en busca de un nuevo incremento que supere el 38% pautado con anterioridad y que las horas extras trabajadas los sábados, domingos y feriados sean abonadas al 200%.
Las 34 asambleas llevadas adelante por el sindicato, el Gobierno y los empresarios se decantaron en la toma del cuarto piso del Ministerio de Trabajo hace quince días. Además, se dieron quema de cubiertas en los ingresos de las fábricas, y paros sorpresivos de ocho horas en las líneas de producción de 24 horas.
Marcelo Marisili, titular de Marsili Neúmaticos y Servicios -distribuidor Bridgestone en Rosario-, destacó en diálogo con RedBoing que “en los últimos días hubo enfrentamientos entre los gremialistas y los empleados que querían ingresar a trabajar”, agravado por la participación de las ganancias de la empresa de 2021 que serían distribuidas entre los trabajadores. Los casi 1.600 dependientes de la fábrica cobraron en el primer semestre casi $365.000 de carácter no remunerativo, y en los últimos días la diferencia para alcanzar los $735.000.
“El conflicto con los neumáticos viene desde la pandemia, donde la fábrica llegó a tener nada más que el 30% de la capacidad de producción. Después, la empresa empezó a fabricar bien pero se dieron los problemas con las entradas de los insumos y los neumáticos de alta gama a la Argentina”, graficó Marsili. Y añadió: “Se vieron obligados a exportar lo que se estaba generando acá para tener dólares y equilibrar la balanza comercial. De esa manera, traían las llantas importadas y la materia prima que no hay en el país”.
En la misma línea se mostró Felipe Arregui de Farregui Neumáticos -distribuidor Dunlop-, quien aseguró en diálogo con RedBoing que si bien la última semana se veía una cierta estabilidad, la incertidumbre era total. “Desde hace dos años que uno no sabe qué va a pasar al mes siguiente. Se desconoce si habrá mercadería y el conflicto viene a sumarse a la situación”, aclaró.
Sin embargo, “lo que terminó de explotar es el quinto mes de negociaciones con el sindicato que está en las fábricas de Pirelli, Fate y Bridgestone (que incorporó tiempo atrás a Firestone)”, dijo Marsili. “Hace 4 meses se les ofreció el 66% de aumento, que no solo rechazaron sino que hicieron una contraoferta en la que pedían que las horas extra en vez de pagarse el doble se pagarán al 200%, aspecto que la fábrica rechazó”, continuó.
“La gente consulta muchísimo y busca comprar antes de que suban todos los precios. Y se espera que en algún momento suceda. Nosotros nos estamos teniendo que abastecer con mercadería importada, por lo que tendremos que ver qué sucede con la producción en Brasil”, remarcó Arregui.
Como fichas de dominó, las tres empresas fueron dando a conocer sus comunicados en la última semana, donde confirmaban la suspensión de la producción de neumáticos en la Argentina. A estas horas, el Gobierno Nacional busca destrabar el conflicto, llamando a una mesa de diálogo a los empresarios y al sindicato. No obstante, el conflicto escaló de tal manera que los gremialistas llegaron a impedir el ingreso de camiones con alimentos para los comedores de la empresa Bridgestone.
La situación solo se traduce en incertidumbre para los distribuidores, de los cuales dependen cientos de empleados. Marsili afirmó que continúan con sus operaciones, pero que el panorama es de incertidumbre total. “No sabemos si vender o no, a qué precio, ni si se va a solucionar”, destacó.
“Desde la pandemia a la fecha, los valores de los neumáticos aumentaron todos los meses, es decir, actualizaron los precios 30 veces. Además, nos bajaron la cuota de compra, con un cupo de referencia sobre lo que vendía cada uno en la pre pandemia, que luego se fue reduciendo”, expresó el empresario. El promedio de aumento fue de un 5 o 6% en los 27 meses que pasaron desde marzo de 2020 hasta junio de 2022; y en los últimos 3, con el conflicto asentado, las subas fueron del 8, 10 y 15%.
En Rosario, cambiar las cuatro cubiertas de un auto de gama media, cuesta entre $250.000 y 260.000, con los servicios incluidos. Por su parte, la cubierta más barata para un auto chico vale más de $30.000, por lo que realizar el canje de todas asciende a $120.000 o $130.000. Asimismo, los vendedores se encuentran que en el caso de los vehículos de alta gama, de los cuales sus neumáticos tienen un costo de $200.000, muchos automovilistas prefieren viajar a Paraguay y pagarlos a la mitad de precio.
Los distribuidores repiten una y otra vez estar entre la espada y la pared. El temor por el cierre de las fábricas sobrevuela, ya que en los demás países en los que opera, como es el caso de Brasil, no conocen coyunturas argentinas como la espiral inflacionaria actual.
“A la fábrica no le cuesta más caro producirlo que traerlo de afuera, pero con este panorama tampoco se puede importar. Las cubiertas de camión se producen en Brasil y no se pueden traer a la Argentina”, concluyó. Con este panorama, miles de puestos de trabajo se encuentran en riesgo, mientras que la cadena distributiva de los distintos sectores podría cortarse por falta de logística. Las próximas horas serán claves para destrabar el conflicto que podría dejar a pie a la Argentina.
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