Indiana La Rocca, esposa de Joaquín, el joven arquitecto de 34 años asesinado la semana pasada en el barrio de Arroyito, por delincuentes que buscaban robarle su Renault Clío, dialogó con Nacho Russo en Todo Pasa de Radio Boing y rechazó lo expuesto por el Sies. Según el Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias, el móvil demoró entre 10 y 13 minutos. Sin embargo, la viuda expresó que eso no era verdad y que “tardaron más de 30 minutos”.
“Del Sies no tengo nada para decir porque es mentira lo que están expresando. Fue todo trágico. No llegaron cuando tenían que llegar”, señaló. Y añadió con profundo dolor: “La ambulancia demoró media hora o más. Eso que dicen que tardó 13 o 14 minutos es mentira y tengo todos los vecinos de testigos… Es mentira. Tardó media hora por lo menos”.
Ese no fue el único inconveniente con la ambulancia en cuestión . José María Solís, delegado del Sies Municipal, dijo a RedBoing la semana pasada que el móvil que socorrió a Joaquín la noche del martes “tenía rota la bomba de gasoil y ese desperfecto le impedía superar los 45 km/h” y que por eso se dio la demora en la llegada al barrio de Arroyito y el traslado hasta el Hospital de Emergencia Clemente Álvarez.
“Solicitamos que se verifique el horario de ingreso de la llamada al 107 para su atención, así como el tiempo de respuesta del coche asignado, lo cual se controla por GPS. Con los escasos recursos con que contamos siempre tratamos de dar lo mejor. Somos parte de esta ciudad y la inseguridad también nos toca”, añadieron los trabajadores en una carta.
Por su parte, el secretario de Salud de Rosario, Leonardo Caruana, afirmó el viernes pasado que estudiarán el proceso de emergencia que se puso en marcha, ya que la ambulancia, que contaba con desperfectos técnicos, partió desde el Hospital Alberdi, a 25 cuadras donde estaba la víctima. Y afirmó que había una “nueva ambulancia de la provincia, que no contaba con recursos humanos y que estaba disponible en el hospital Zona Norte a solo cinco cuadras”.
Del mismo modo, el funcionario municipal deslizó que la demora del coche “era el aceptado internacionalmente para un Código Rojo, ya que está estipulado entre 10 y 15 minutos. Los tiempos los tenemos bastante trabajados”.
Siguiendo con su relato Indiana afirmó que, “la verdad es que cuando me subí a la ambulancia y el chofer me dijo ‘qué querés que haga, tengo la ambulancia rota’, dije ‘qué me importa, volá’. No me importa”. se trataba de un Código Rojo. “Trataban de excusarse en que tenían la ambulancia rota y me chupa un huevo lo que tuviera roto”, terminó comentando.
“La ambulancia llegó como media hora después. Es probable que aunque hubiera llegado en el momento, Joaquín habría muerto igual, pero eso no lo sabíamos”, concluyó angustiada.
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