Brisa Leguizamón, uno de los nombres más repetidos desde las primeras horas del sábado hasta hoy, se mantiene prófuga de la Justicia. La mujer, junto a Esteban “Pinky” Rocha, fue protagonista del narcocasamiento en el que resultaron muertos tras una emboscada Maximiliano Giménez y Érica Romero, a pesar de tener prisión domiciliaria, en el marco de una causa federal por comercialización de estupefacientes agravada por pertenecer a una organización.
Martín Frassi, abogado de la involucrada, aseguró en diálogo con Nacho Russo que la joven “no cuenta con antecedentes de condenas provinciales ni federales”. Por otro lado, el letrado aseguró que a la pareja “no se la vincula a los Cantero, por lo menos en lo que surge de la investigación”.
Sin embargo, tal y como trascendió horas después de la trágica fiesta, Brisa no estaba autorizada a salir de su domicilio para pasar la noche en un hotel y luego dirigirse a Campos de Ibarlucea. Así fue admitido por su representante en Todo Pasa: “Ella me solicita el permiso para que lo tramite ante el Tribunal Oral. Había que presentar una documentación, que cuando llega ya estábamos en feria judicial y por eso no se llega a pedir”.
Por su parte, sobre los trámites previos para el casamiento negó rotundamente que Leguizamón hubiera salido de su vivienda: “Siempre se encargaba rocha, quien no tenía impedimentos”. “Desmiento que ellos hubieran estado de vacaciones antes de la fiesta. En la situación en la que se encontraba ella respecto a la iniciación de su juicio el 14 de febrero, descreo de esa información”, añadió.
“Ella no tenía tobillera. En lo que es la Justicia de Rosario son escasas las que hay para quienes están en prisión domiciliaria”, admitió Frassi. Asimismo, destacó que “el control se hacía a través de rondas policiales que se hacían mensualmente”.
Para concluir, el letrado afirmó que “en el día de hoy he presentado un recurso y su entrega depende de eso”. “Ella está dispuesta a comparecer ante la Justicia pero estamos esperando la respuesta”, dijo.
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