El estudio de costos de los servicios públicos revelado el jueves de la semana pasada por el Ente de la Movilidad ingresa este lunes en el Concejo de la ciudad. El análisis que estableció que la tarifa de taxis se encuentra atrasada en un 82 por ciento será una de las bases sobre las que discutirá la comisión de Servicios Públicos a la hora de pensar en un incremento en el valor del servicio.
Si bien entre los ediles se habla de un tope de entre un 30 y un 35 por ciento de suba, el informe presentado indica que la bajada de bandera debería estar en 239 pesos y la ficha cada cien metros cerca de los 12 pesos. En ese marco, las cámaras buscarán estirar el aire a un 40 por ciento.
Entre las razones que encuentran los representantes de taxistas se encuentra el fuerte aumento del combustible en el último tiempo. La última suba registrada data de diciembre del año pasado, cuando se estableció que la bajada de bandera estaría en 131 pesos y 6,25 la ficha.
En las últimas semanas, María Eugenia Schmuck, presidenta del Concejo de Rosario, se había mostrado reticente a un incremento en la tarifa del servicio. No obstante, con el estudio de costos sobre la mesa, trascendió que aceptaría una suba cercana al 35%.
“Tener una chapa de taxi implica una responsabilidad. Tener una de ellas significa que la unidad debe estar en la vía pública 16 horas, ya sea distribuido en una sola persona, dos o tres peones. Eso dependerá de cada quien”, indicó la semana pasada.
Luego, puntualizó: “Eso implica obligaciones en el fin de semana y en la noche, respetando el cronograma establecido. El taxi es un servicio público impropio, es decir, el Estado presta a través de terceros. Ellos adquieren compromisos con la normativa vigente”.
En la misma línea, reconoció la inseguridad que atraviesa a la ciudad, pero remarcó que es un asunto que se deberá abordar con la Provincia. “No estoy de acuerdo con el aumento de valores. Sí reconozco que hay una inflación que debe acompañar en cualquier tarifa. No obstante, tienen que venir otras discusiones como la regulación de las aplicaciones”, concluyó.
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