A poco más de dos meses de que se conociera la condena contra los ocho rugbiers acusados por el crimen de Fernando Baéz Sosa, el abogado de la familia de la víctima estuvo presente en lo estudios de Radio Boing para dialogar con Nacho Russo. Allí, dio detalles de la causa que mantuvo al país en vilo durante enero.
“Máximo Thomsen fue el más violento de todos, no el que más pegó por que pegaron muchos. Al estar tres años en la cárcel cambió su fisionomía, pero en ese momento era muy grandote. Eso fue lo que más le quedó en la memoria, un tipo tan grandote pegándole en el piso”, comenzó destacando el letrado.
Luego, continuó: “Benicelli le pegaba en el piso cuando Fernando quería pararse. Ciro Pertossi y Enzo Comelli también, y quedó todo registrados en las cámaras. Los que no fueron sentenciados a prisión perpetua fue porque la Justicia consideró que eran partícipes secundarios y no co autores”.
“Los testimonios de los amigos dejaron mucho que desear. Nosotros pesamos que iban a decir la verdad, porque justamente ellos decían que querían ayudar a la Justicia, y lo que menos hicieron fue eso. Se guardaron un montón de información. Nosotros considerábamos que las pruebas las teníamos, pero era ponerle la cereza al postre”, detalló.
Con respecto a la familia de Fernando Báez Sosa, Améndola apuntó: “Con Graciela y Silvino -sus padres- entablamos una relación. Dolores los adoptó como propios, todos pendientes de ellos dos a ver si necesitaban algo. Ellos son así, lo transmiten así y da gusto estar junto a ellos. La fuerza que tienen es admirable”.
“Con Enzo Comelli cruzamos muchas miradas y lo que veía era odio, como desafiante, como si fuera culpa nuestra que él estuviera ahí. Ellos piensan que es culpa nuestra. Me llegaron muchos mensajes de apoyo a ellos insultándonos. Nosotros no fuimos los que matamos a un chico a la salida del boliche, se tienen que hacer cargo de sus actos”, expresó.
Además, sostuvo: “Ellos se divertían golpeando a la gente, por como le pegaron quedó claro que querían matarlo. Fernando tenía sangre en el pulmón, en el colon, lesiones en el hígado. No pudieron ni donar los órganos de lo destruidos que estaban”.
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