
Con una maniobra favorable para la Argentina, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York ordenó en las últimas horas dejar en suspenso la entrega de acciones de YPF. La medida, que ya había sido dispuesta y ahora fue extendida, regirá hasta que se resuelva la apelación del Estado nacional al fallo de la jueza Loretta Preska, que obligó al país a ceder el 51% de su participación en la petrolera.
El envío de los papeles de la empresa fue dispuesto por la magistrada como parte de pago de la sentencia que estableció el desembolso de USD 16.000 millones más intereses por la estatización de la firma, en 2012.
Tras recordar que la Argentina pidió dejar sin efecto “las resoluciones de la corte de distrito del 30 de junio de 2025 que la obligan a transferir acciones de YPF S.A. a una cuenta bancaria en Nueva York”, el más alto tribunal de ese estado exigió “que se concedan las solicitudes de suspensión“.
apelaciones y que se de lugar a “las solicitudes de Estados Unidos para presentar escritos como amicus curiae“.
El fallo fue compartido este viernes en la red social X por el CEO de Latam Advisors, Sebastián Maril, quien destacó que “las acciones del gobierno en la petrolera podrán permanecer en la Caja de Valores” hasta que se defina el recurso. “Adicionalmente, el país podrá apelar la orden de la Juez Preska sin ofrecer una garantía”, agregó.
Ante la decisión de la magistrada, los abogados de la Argentina habían presentado un descargo argumental en que el que plantearon que “ejecutar la orden de entrega de las acciones” de la petrolera mientras se apela “causaría un daño irreparable a la República, ya que sería prácticamente imposible revertirla una vez concretada”.
El juicio por la expropiación de YPF comenzó en 2015, cuando el fondo inglés Burford Capital y el estadounidense Eton Park impulsaron la demanda tras adquirir los derechos de litigio de dos sociedades constituidas en España y que quebraron: Petersen Energía Inversora y Petersen Energía, los cuales habían pertenecido al grupo argentino homónimo -de la familia Eskenazi-, con una participación del 25% en la petrolera al momento de la estatización.
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